tag:blogger.com,1999:blog-26883250.post4912908824827769782..comments2023-10-29T04:55:50.293-03:00Comments on Bitácora_de_vuelo: El oponenteUnknownnoreply@blogger.comBlogger3125tag:blogger.com,1999:blog-26883250.post-74394117341166255592008-01-23T19:49:00.000-02:002008-01-23T19:49:00.000-02:00En el blog de Antonio Piñero (un prestigioso exper...En el blog de Antonio Piñero (un prestigioso experto español en lenguas y literatura bíblica) hay algo de información relacionada:<BR/>Por ejemplo en:<BR/><BR/>http://blogs.periodistadigital.com/antoniopinero.php?cat=7063Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-26883250.post-36018852752770136002007-12-18T19:08:00.000-03:002007-12-18T19:08:00.000-03:00El Diablo de Milton es más tangible que su Dios. Q...El Diablo de Milton es más tangible que su Dios. Quizá más digno de respeto, o de aprecio. No creo que sea capaz de expresarlo bien. Conocí a Milton a través de un diálogo en una novela, en un libro que acabó marcándome para siempre, en más de un sentido. Mejor que sean sus palabras las que hablen por mí (siento si el comentario queda demasiado extenso, no estoy muy acostumbrada a este formato).<BR/><BR/>"—Acabas de mencionar el precio —tenía ahora el rostro en penumbra, silueteado en la pantalla de luz—. Orgullo, libertad… Conocimiento. Siempre hay que pagar por todo, al principio o al final. Incluso por el valor, ¿no crees?… ¿No te parece necesario mucho valor para enfrentarse a Dios?<BR/><BR/>Sus palabras sonaban quedas, un susurro en el silencio que invadía la habitación filtrándose bajo la puerta y por las rendijas de la ventana; incluso el rumor del tráfico pareció apagarse afuera, en la calle. Corso miraba alternativamente ambas siluetas: una de sombra, estilizada sobre la colcha y los fragmentos del libro. En pie la otra, penumbra corpórea ante la fuente de luz. Y en aquel momento se preguntó cuál de las dos era más real.<BR/><BR/>—Con todos estos arcángeles —añadió ella, o su sombra. Había desdén y rencor en la frase; incluso un eco de aire expulsado de los pulmones, suspiro despectivo y derrotado—. Guapos, perfectos. Disciplinados como nazis.<BR/><BR/>No parecía tan joven, en aquel momento. Cargaba consigo un cansancio viejo de siglos: oscura herencia, culpas ajenas que él, sorprendido y confuso, no era capaz de identificar. Después de todo, se dijo, tal vez no fuese real ninguna de las dos: ni la sombra en la colcha ni la silueta que se perfilaba en el contraluz de la lámpara.<BR/><BR/>—Hay un cuadro en el Prado, ¿recuerdas, Corso?… Hombres con navajas frente a jinetes que les dan sablazos. Siempre tuve una certeza: el ángel caído, al rebelarse, tenía la misma mirada, idénticos ojos extraviados que esos infelices de las navajas. El valor de la desesperación.<BR/><BR/>Se había movido un poco mientras hablaba; apenas unos centímetros, mas al hacerlo su sombra avanzó, acercándose a la de Corso como si tuviera voluntad propia.<BR/><BR/>—¿Qué sabes tú de eso? —preguntó él. <BR/><BR/>—Más de lo que quisiera.<BR/><BR/>La sombra cubría todos los fragmentos del libro y casi tocaba la de Corso. Retrocedió éste por instinto, dejando una porción de luz interpuesta entre ambas, en la cama.<BR/><BR/>—Imagínatelo —dijo ella con el mismo tono absorto—. Solitario en su palacio vacío, el más hermoso de los ángeles caídos urde sus trampas… Se esmera, concienzudo, en una rutina que desprecia; pero que le permite al menos disimular su desconsuelo. Su fracaso… —la risa de la chica sonó queda, sin alegría, igual que si viniera de muy lejos—. Tiene nostalgia del cielo."<BR/><BR/>Arturo Pérez-Reverte, El Club DumasSibilahttps://www.blogger.com/profile/18272098709425877267noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-26883250.post-85769203282868401882007-12-18T19:07:00.000-03:002007-12-18T19:07:00.000-03:00Este comentario ha sido eliminado por el autor.Sibilahttps://www.blogger.com/profile/18272098709425877267noreply@blogger.com