jueves, abril 27, 2006
Estas fotos están separadas por... ¿cuánto tiempo?
Aquí estoy... en un cumpleaños de hace algún tiempo y el año pasado... encuentre las siete diferencias....
De Ucronías y proyectos ferroviarios
Hace tiempo que quería escribir acerca de este concepto que acuñase el filósofo positivista francés Charles Renouvier.
La ucronía, como el mismo lo señala, es "la utopía en el tiempo".Ver:
Renouvier pretendía, por medio de un "mythos", es decir un relato ejemplificador, imaginar el desarrollo de la civilización occidental si el cristianismo (y el despotismo militar) no hubiesen triunfado en el Imperio Romano del siglo II. Era una obra de lo que algunos, ahora, llaman historia contrafactual...muy desacreditada por los estudiosos serios de la ciencia histórica, pero útil, a veces, como ilustración.
Pero la ucronía de la que quiero hablar es otra. La literaria.
Desde mitad del siglo pasado comenzó a estar de moda en la ciencia ficción, sobre todo la anglosajona, escribir "historias alternativas", es decir relatos donde la premisa básica es "¿qué hubiese pasado si...?. En los primeros cuentos de este subgénero la anécdota se generaba a partir de un viaje en el tiempo, como el de Back to the future 2, ¿recuerdan?; los protagonistas, al regresar, encontraban que su intervención había cambiado la historia. Uno rememora, entonces de uno de los más notables episodios de Star Trek (el único donde Spock tiene barba...) o aquel relato de Poul Anderson en su serie "Guardianes del tiempo" donde los cartagineses impiden el surgimiento del poderío de Roma; lo que trae aparejada una Nueva York contemporánea habitada por galos y fenicios, con máquinas de vapor y una ciencia en pañales.
La ucronía exige, para ser creíble, amplios conocimientos de historia, una notable capacidad para la extrapolación y una imaginación disciplinada pero que no tema pensar lo impensable (sin que ello sea, de todos modos, imposible). Es decir; puedo fantasear con un mundo donde la magia, en lugar de la ciencia, sea la base de la tecnología y, como en Harry Potter, realmente funcione... pero deben existir reglas claras al respecto que establezcan la coherencia interna de ese mundo.
La mejor historia de ucronía, hablo de oídas, pues bien no la he leído aún, es Tiempos de arroz y de sal (paciencia son siete libros!!!) de Kim Stanley Robinson de trasfondo budista e impregnada de un realismo poético.
Uno también ha imaginado sus ucronías.
Siguiendo el ejemplo yanqui las sitúo en nuestro propio país; la Argentina. ¿Vieron que en sus ficciones todo les pasa a ellos y son el "ombligo" del mundo?, bueno yo creo que deberíamos hacer lo mismo. Centrar nuestras historias en nosotros.
Y entonces me pregunto:
¿Qué hubiéramos sido si hubiésemos podido ser distintos?
¿Qué si el peronismo no hubiese existido?
¿O Rivadavia, triunfado?
¿O la Revolución de Mayo fracasado?
¿Y si Colón no hubiese descubierto nada....?
Nuestros diez mil años de historia me han dado material para varias "Argentinas posibles", más de veinte, creánlo y, si tengo tiempo, les contaré varias en alguna otra ocasión.
.....
Y ahora leo que el "amazing K" acaba de anunciar un ferrocarril que unirá Retiro y Rosario en dos horas, o menos.... Debo apurarme, no sea que la ucronía se convierta en realidad
¡Qué te creés tú eso!, dirían los españoles...
La ucronía, como el mismo lo señala, es "la utopía en el tiempo".Ver:
Renouvier pretendía, por medio de un "mythos", es decir un relato ejemplificador, imaginar el desarrollo de la civilización occidental si el cristianismo (y el despotismo militar) no hubiesen triunfado en el Imperio Romano del siglo II. Era una obra de lo que algunos, ahora, llaman historia contrafactual...muy desacreditada por los estudiosos serios de la ciencia histórica, pero útil, a veces, como ilustración.
Pero la ucronía de la que quiero hablar es otra. La literaria.
Desde mitad del siglo pasado comenzó a estar de moda en la ciencia ficción, sobre todo la anglosajona, escribir "historias alternativas", es decir relatos donde la premisa básica es "¿qué hubiese pasado si...?. En los primeros cuentos de este subgénero la anécdota se generaba a partir de un viaje en el tiempo, como el de Back to the future 2, ¿recuerdan?; los protagonistas, al regresar, encontraban que su intervención había cambiado la historia. Uno rememora, entonces de uno de los más notables episodios de Star Trek (el único donde Spock tiene barba...) o aquel relato de Poul Anderson en su serie "Guardianes del tiempo" donde los cartagineses impiden el surgimiento del poderío de Roma; lo que trae aparejada una Nueva York contemporánea habitada por galos y fenicios, con máquinas de vapor y una ciencia en pañales.
La ucronía exige, para ser creíble, amplios conocimientos de historia, una notable capacidad para la extrapolación y una imaginación disciplinada pero que no tema pensar lo impensable (sin que ello sea, de todos modos, imposible). Es decir; puedo fantasear con un mundo donde la magia, en lugar de la ciencia, sea la base de la tecnología y, como en Harry Potter, realmente funcione... pero deben existir reglas claras al respecto que establezcan la coherencia interna de ese mundo.
La mejor historia de ucronía, hablo de oídas, pues bien no la he leído aún, es Tiempos de arroz y de sal (paciencia son siete libros!!!) de Kim Stanley Robinson de trasfondo budista e impregnada de un realismo poético.
Uno también ha imaginado sus ucronías.
Siguiendo el ejemplo yanqui las sitúo en nuestro propio país; la Argentina. ¿Vieron que en sus ficciones todo les pasa a ellos y son el "ombligo" del mundo?, bueno yo creo que deberíamos hacer lo mismo. Centrar nuestras historias en nosotros.
Y entonces me pregunto:
¿Qué hubiéramos sido si hubiésemos podido ser distintos?
¿Qué si el peronismo no hubiese existido?
¿O Rivadavia, triunfado?
¿O la Revolución de Mayo fracasado?
¿Y si Colón no hubiese descubierto nada....?
Nuestros diez mil años de historia me han dado material para varias "Argentinas posibles", más de veinte, creánlo y, si tengo tiempo, les contaré varias en alguna otra ocasión.
.....
Y ahora leo que el "amazing K" acaba de anunciar un ferrocarril que unirá Retiro y Rosario en dos horas, o menos.... Debo apurarme, no sea que la ucronía se convierta en realidad
¡Qué te creés tú eso!, dirían los españoles...
Mejor un lagartijo
Hoy llegué de la escuela, les pedí a mis hijos que cambiasen de canal (estaban viendo "el lagartijo de Ned") y me dispuse a enterarme de las novedades locales, matizadas con más que aburridos juegos, en
De 12 a 14
el (dicen) "clásico del mediodía", claro no hay demasiadas opciones en la TV local...
En eso aparece el inefable Sr. (¿doctor?) Margariti...
Confieso que esta vez ni siquiera intenté escuchar sus conclusiones que abarcan todo el campo de las falacias lógicas, sus medias verdades (o tres cuarto mentiras...), sus encendidas defensas de todo aquello que nos destruyó como país, su moralidad del mediopelo más ramplón... ¡qué lástima que el viejo Jauretche se haya muerto!, ¡tendría tanto para decir sobre este verdadero "economista vulgar", este comentarista facilista y falsamente "erudito". Claro que cuando uno lo compara con el CI de Novaresio, y eso que es el más alto de todo el programa; se comprende que lo miren con admiración... (falta que le digan, como en ese sketch, "voh me matá Juan, poné una escuela!")
Este buen señor, a sueldo de la Fundación Libertad, o alguna similar, servidor de Gollán y una larga lista de lacayiles etcéteras, era de los que defendían el modelo neo liberal, de los que sólo criticaban a Menem por su corrupción (demasiado evidente) o su acento provinciano, o su supina ignorancia; no tan supina como la de estos papagayos que repiten consignas de Milton Friedman... Este era de los que anunciaban el apocalipsis para después del 2001, con el dólar a $10. Era, en fin, de los que se quejaban de los "políticos" y, subido a la ola del "que se vayan todos", abogaba por su reemplazo por gerentes tipo Macri o Reutemann, el inundador.
Este tipo debería llamarse a silencio, callarse la boca, pensar, como diría algún cura "de enantes", en su alma inmortal, no vaya a ser que se vaya al Infierno por las mentiras que cuenta.
De inmediato, yo mismo, cambié de canal; temía que de seguir escuchándolo despotricar contra el gobierno de K (de cuyas medidas; como debería ser la norma con cualquier gobernante, comparto algunas y discrepo en otras)terminase, por reacción, haciéndome kirchnerista ¡cruz diablo!
Miramos, con los chicos, el lagartijo de Ned, un bicho algo molesto, pero en modo alguno tan malo como el que aparece, todos los jueves cerca de las 13, en la pantalla de Canal 3.
martes, abril 25, 2006
Una tierra demasiado "santa"
Estoy releyendo el libro de Roger Garaudy Palestina, tierra de los mensajes divinos un apasionado alegato antisionista.
En estos días parece adecuado volver a la historia de esta porción de Asia, allí en la frontera con el Mediterráneo, para preguntarnos sobre el sionismo y su traición a los ideales del judaísmo (si es que un goy como yo puede hablar de ello), sobre la presencia de este Estado como una avanzada imperialista (persisto en utilizar terminología pasada de moda) y sobre todo acerca de como la presencia de Israel no sólo es un factor de desestabilización en el Próximo Oriente sino la condición para que el Islam (el más retrógrado de los diversos tipos de Islam) se imponga en la región... y aún más allá.
Y es que uno admira el mensaje de la Biblia, cuando era joven y cristiano la estudié con asiduidad, tenía 15 años al comenzar, sin fundamentalismos, más bien, con una visión histórico crítica, pero siempre reconociendo la tremenda actulidad de su mensaje...
caminé con los Patriarcas por el Neguev y la Sefelá,
seguí a Moisés hasta los faldeos del Sinaí,
me sumé a la multitud mezclada que subía de Egipto en busca de una tierra,
me rebelé junto a los rubenitas y gaditas contra las ciudades estado cananeas (porque la famosa Conquista de la Tierra Prometida fue, quizás, la primera revolución de la historia)
y escuché, a menudo sin comprenderlos del todo, los acentos apasionados de Isaías, las angustias de Jeremías (una personalidad fascinante) y las visiones barrocas de Ezequiel.
Amé leyendo el Cantar de los Cantares y volví con Ruth desde Moab a los campos de Bethlehem... y luego continué
seguí, con ansias de creyente que buscaba repuestas para sus opciones rebeldes, la historia con ese gran, y contradictorio judío, llamado Jesús, sus doce amigos, sus promesas de un Reino sin clases...
Estuve con los zelotes en Galilea y en Masada lancé con ellos el desafío al Imperio: Reina Roma, si quieres, sobre las piedras...no tendrás nunca nuestra alma...
Conocí las especulaciones del los amoraím en Tiberíades y Babilonia, cuando el Segundo Templo fue destruido por la soberbia de Roma... y la traición de algunos. Caraítas, khazares convertidos, florecimiento de un nuevo Israel en la España musulmana, la entrañable Al Andalús, Maimónides, los jasidim y sus cuentos más profundos que los largos tratados de otros, Spinoza, Mendelsohn y, por que no, Marx pasan por mi recuerdo en rápida sucesión...
Y entonces aparece Herr Herlz, y su romántica idea de crear un Estado, y da comienzo ese proceso que hizo retroceder al judaísmo más de dos mil años... a los días de los Macabeos.
¿Por qué?, ¿para qué?
Es la pregunta que Garaudy quiere responder.
Sin duda hay momentos heroicos y gloriosos en la construcción de este Estado, los kibbutz son quizás el mejor ejemplo
(pero ¿por qué jamás los pensaron para los árabes?, se lo pregunté una vez a alguien que había vivido en uno de ellos... por primera vez esa persona se quedó sin palabras)
pero hay muchos más de lucha cotidiana pr construir una utopia....
y sin embargo hay también mucho, demasiado, de mezquindad y de muerte, la colaboración de la Unión Sionista Alemana con los Nazis (la compañía Haavara creada para llevar inmigración "calificada" a Palestina y permitir a los nazis romper el bloqueo británico), los atentados terroristas de la Haganá y la Irgún, la discriminatoria Ley del Retorno... que hace de Israel un estado racista y teocrático.
¿Sólo excesos de una buena idea?
¿Simplemente excrecencias del viejo y buen sionismo de Herlz?
No lo creo, como tampoco lo cree Garaudy, el supuesto (o real) socialismo, el mito del Estado judío, la mentira de la raza, el manido recurso a la "promesa divina" son partes constituyentes de un proyecto político imperialista, eurocéntrico y colonialista. Frente al antisemitismo había dos respuestas posibles:1) integrarsre, sin perder la identidad, en las naciones laicas de las que formaban parte, propiciar las luchas por la democracia y la liberación, aportar el mensaje de los profetas en los países donde moraban, incluso Palestina, como elementos étnicos constituyentes (un judío de Alemania, Polonia o Rusia tiene más de germano o eslavo que de "semita") o bien
2) segregarse aún más, responder al odio concediéndole, como de paso, lo que el odio quiere; decir al antisemita: sí somos diferentes, no somos alemanes, polacos, rusos o argentinos, somos otra cosa, somos judíos y crearemos nuestro propio Estado. Tomaremos un trozo de tierra (Nordau pensó en Uganda, Hirsch en Argentina, Herlz en donde fuera, incluyendo Palestina) y nos apoderaremos de él para escapar de ustedes... más aún, seremos funcionales a sus intereses y les serviremos como policía contra los no occidentales, aún con los mismos árabes, también semitas, con los cuales nos unen la lengua y la fe abrahámica.
Esa, lamentablemente, fue la respuesta que triunfó.
y esa la causa del conflicto que ya lleva medio siglo en Palestina, en la Tierra que tantos llaman Santa, en ese hermoso país creado para la vida, no para guerra.
El libro de Garaudy, ya viejo, pues data de los 80 del pasado siglo, tiene no obstante (pese a la mala traducción) un valor incontestable; en más de 400 páginas pasa revista a la historia de esta Tierra Santa y desmonta el mito sionista (que muchos cristianos, sobre todo evangélicos, aceptan). Lo hace sin caer en posiciones absurdas o antisemitas, desde su convicción socialista, con abundante documentación y una mejor interpretación de los textos.
Una buena introducción, desde una perspectiva democrática, del estado de la cuestión "palestina" en 1986... que en muchos de sus puntos continúa teniendo validez.
Esta historia, ciertamente, podría haber sido escrita de otro modo, con una emigración judía que no pretendiese tomar la soberanía de Palestina, sino compartirla con los árabes; al respecto recuerdo una propuesta del rey Faisal del Hedajz en marzo de 1919 al líder sionista Frank Frankfurter en la cual decía textualmente : tenemos el sentimiento de que árabes y judíos son de la misma raza, que sufren la opresión... juntos trabajamos por la renovación y el renacimiento del Próximno Oriente... Hay sitio en Siria para unos y otros (citado por Jaim Weizmann y por Garaudy) una historia que habría podido culminar con la creación de un estado laico judeoárabe, sin referencias a Tierras Prometidas o a Jerusalén como la Capital Eterna de Israel. Sin embargo esta historia real fue marcada con sangre y fuego, con un terrorismo y un integrismo judíos que dieron origen a un terrorismo e integrismo musulmán más que árabe, con el abandono de las posiciones democráticas, con el triunfo de un Estado de Israel que, en relación a los palestinos, pero también a los árabe israelíes (verdaderos ciudadanos de segunda) no dudo de calificar de fascista y con el servicio de este Estado al más crudo imperialismo... sólo comparable a las cruzadas.
Soy optimista, pese a todo, creo que algún día, todavía lejano, llegará la paz... cuando se dejen de lado mitos, nacionalismos estrechos e integrismos religiosos...
Es que Israel, en cuanto estado basado en una dudosa pretensión histórica y una falsa promesa religiosa no puede permanecer, pero el otro Israel, junto a un estado Palestino, en el cual Hamás no tenga lugar para su absurda forma de luchar y sus principios reaccionarios, funcionales a la política de EE UU, dos estados laicos, democráticos e iguales serán quienes harán de esta tierra, un verdadero santuario de la tolerancia, la paz y la convivencia, y sólo entonces será, de verdad Tierra Santa
lunes, abril 24, 2006
Decirlo con palabras rítmicas
No es común que un blog esté expresado de esta manera, pero esta noche tuve ganas de hacerlo así:
Corazones oscuros
No saber que esconde
El corazón
Ha sido siempre
Mi mayor tormento
Ni aún el mío quiere
Revelarse
Y río cuando otros saben
(o proclaman saber)
los motivos ocultos
las precisas intenciones
el astuto motivo
de aquel acto.
Todos mienten
Nadie sabe el recóndito secreto
Nadie puede abrir
La oscura arqueta
Porque no fue forjada de cristal
Sino de oscuro
Y terrenal carbón
Y, sin embargo,
El carbón bien puede ser
Mañana
Un límpido diamante
Nuevo hogar
Emigré y realmente me siento a gusto. No es gran cosa, digo, dejo el imperio de Gates por el de Google (algo más progre, pero no tanto, no vayan a creer).
Como sea, damos comienzo a una nueva versión de mi viejo blog. Espero con ansias sus comentarios y, sobre todo, sus críticas... me gustaría hacer de este un lugar de debate, no demasiado "denso" como me dijeron (con razón) del anterior, pero tampoco como los blogs de los pibes con un mínimo de ideas y mucho de "hojarasca" (sí, ya sé, estoy siendo prejuicioso)
He aquí un buen tema:
¿Uno comienza a ser viejo cuando empieza a añorar "illo tempore"?
Como sea, damos comienzo a una nueva versión de mi viejo blog. Espero con ansias sus comentarios y, sobre todo, sus críticas... me gustaría hacer de este un lugar de debate, no demasiado "denso" como me dijeron (con razón) del anterior, pero tampoco como los blogs de los pibes con un mínimo de ideas y mucho de "hojarasca" (sí, ya sé, estoy siendo prejuicioso)
He aquí un buen tema:
¿Uno comienza a ser viejo cuando empieza a añorar "illo tempore"?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)