¿Cómo se construía y llenaba una Naumaquia?
Las Naumaquias excavadas.
Sexto Julio Frontino en su obra sobre el sistema de aguas de la urbe (De aquis urbis Romæ, especialmente en la sección 11, 1-2 : opus naumachiæ) señala que el agua para la Naumaquia de Augusto fue suministrada por un acueducto especialmente construido para tal fin; el Aqua Alsietina. El agua que quedaba servía, luego, para regar los jardines del barrio Transtiberino. Si estás en Roma, subí la colina del Janículo (a la que llaman “octava colina”) y debajo del monasterio de San Cosimato podrás ver los restos de este sistema de provisión de agua.
Por el contrario nadie sabe muy bien donde estaba la Naumaquia misma, pero parece que era entre la actual iglesia de San Francisco en la Ribera (a Ripa) y la antigua Via Aurelia, en el lugar donde el Tíber describe una gran curva.
Sea como sea, esta obra no duró demasiado. Ya durante la vida del mismo Augusto parte de la misma fue cubierta por los árboles del Nemus Cæsarum (Bosque Sagrado de los Césares) llamado, no más tarde del final del siglo primero, Bosque de Gayo y Lucio (al menos es lo que dice Dión Casio en el libro 66, capítulo 25 de su Historia Romana)
La Naumaquia en los anfiteatros.
Esta es la que nos interesa y la que más nos habla a la imaginación.
Cuando leí por primera vez sobre el tema me dije lo que te habrás dicho vos y todos los que se enteran: ¡increíble!
Sin embargo se llevaron a cabo naumaquias en los anfiteatros o circos (para entendernos uso este término, otro día explicamos la diferencia) al menos durante la época de esplendor del Imperio... es decir mientras duraron los tesoros expoliados en las guerras de rapiña.
El iniciador de estos espectáculos fue, cuando no, Nerón. Un tipo al que no me puedo imaginar si no es con la cara de Peter Ustinov (en Quo Vadis, ¡no me digás que no la viste alguna Semana Santa!, película endeble a la que sólo salva su actuación). De Nerón se ha dicho mucho, y malo, pero tengamos en cuenta que nuestras fuentes son tipos claramente hostiles a los Julio Claudios, representantes de la nobleza senatorial e interesados en justificar a las nuevas dinastías Flavia y Trajana, entronizada sobre las ruinas del gobierno de Nerón. No es que lo defienda... pero siempre dudé de la exactitud de los retratos de los “malos emperadores”
Como sea, en 57 Nerón organizó una naumaquia en un anfiteatro de madera que él mismo había inaugurado (el Coliseo no existía aún, fue construido sobre las ruinas de su palacio) en algún lugar del Campo de Marte.
Unos años después, en el 64, Nerón se superó a sí mismo presentando una naumaquia precedida por espectáculos de caza y seguida por combates de gladiadores. El lugar parece haber sido el mismo anfiteatro de madera. La jornada, dice el mismo Dión Cassio, terminó con un banquete.
Ya durante los imperios de Tito y de Domiciano hubo naumaquias en el Coliseo, como dije lo edificaron sobre las ruinas del palacio de Nerón y se llamó así por la estatua colosal de éste ubicada en las cercanías, en los años 80 y 85, pero también se siguió usando la Naumaquia de Augusto a orillas del Tíber.
Claro que la arena del Coliseo es aún menor que la Naumaquia mencionado, apenas setenta y nueve por cuarenta y siete metros, por lo cual no debemos pensar en grandes despliegues náuticos. Se usarían reproducciones de tamaño natural de algunos barcos, pero que maniobrasen ¡o incluso flotasen! es algo dudoso... Sabemos, lo dicen tanto Tácito como el ya conocido Dión, que había piezas de, llamémosle, utilería usadas para representar no sólo barcos sino hasta naufragios tanto en la escenografía como en la misma arena. Hay que imaginarse entonces unos pocos botes, apenas a flote sobre una reducida masa de agua, cargados de gladiadores que combatían entre sí y un fondo de maquetas simulando escenas “lejanas” de una batalla marítima... Si viste la escena de combate naval en Ben Hur tendrás una idea aproximada de lo que digo.
Esto nos lleva a considerar que no era tanta el agua que se necesitaba y podemos entender mejor a las fuentes (Dión y Marcial sobre todo) cuando nos cuentan que el cambio entre luchas acuáticas y luchas en tierra era una de las grandes atracciones de los juegos. De todos modos el estudio de los textos no nos ayuda demasiado para entender el mecanismo de la Naumaquia.
¡Y no nos va mejor con la arqueología del Coliseo! Este edificio ha sido tan reformado a lo largo del tiempo, sobre todo en sus cimientos, que poca información podemos obtener en este tema tan específico.
Con todo dos anfiteatros “de provincia” como el de Verona y el de Mérida pueden darnos una mejor idea de cómo funcionaba la cosa.
Pero eso lo dejo para la proxima entrada...
viernes, octubre 27, 2006
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