La tesis central de la novela es:
1. Jesús no era considerado Dios por sus seguidores: ningún cristiano pensaba que Jesús es Dios hasta que el emperador Constantino lo deificó en el concilio de Nicea del 325 (a pluralidad de votos, dice Brown)
2. Jesús tuvo como compañera sexual a María Magdalena; sus hijos, portadores de su sangre, son el Santo Grial (sangre de rey = sang real = Santo Grial, etiomología de la cual no se sabe muy bien en qué lengua se basa), fundadores de la dinastía Merovingia (¡pese a que ésta era germánica!) en Francia y antepasados de la protagonista de la novela.
3. Jesús y María Magdalena representaban la dualidad masculina-femenina (como Marte y Afrodita, Isis y Osiris, Vishnú y Lakshmi, etc); los primeros seguidores de Jesús adoraban "el sagrado femenino"; esta adoración a lo femenino está oculta en las catedrales construidas por los Templarios, en la secreta Orden del Priorato de Sión -a la que pertenecía Leonardo Da Vinci- y en mil códigos culturales secretos más.
4. La Iglesia Católica inventada por Constantino en el 325 persiguió a los tolerantes y pacíficos adoradores de lo femenino, matando millones de brujas en la Edad Media y el Renacimiento, destruyendo todos los evangelios gnósticos que no les gustaban y dejando sólo los cuatro evangelios que les convenían bien retocados. En la novela el Opus Dei trata de impedir que los héroes saquen a la luz el secreto: que el Grial y representa a la hija de Jesús y la Magdalena, . Agrega Brown que el primer dios de los "cristianos" gnósticos era femenino y fue proscripta por la Iglesia. La revelación de todo esto, se supone, quitaría a la Iglesia toda credibilidad (¡cómo si hiciera falta!).
Bien, como dijo Jack el Destripador, “vayamos por partes”
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