Tres de la mañana.
Dormir resulta imposible, me esfuerzo por escribir sin saber muy bien a donde quiero llegar.
¡Estos días interminables!
¡Estas noches sin amanecer!
Letras, historias, relatos, fantasías.
Abruma la Red... pero también permite que la mente divague.
Leo acerca del Rapto.
Les cuento
El pastor anuncia, vía internet, el inminante fin, pero antes, nos dice, tomando literalmente ciertas palabras de San Pablo (Primera Epístola a los Tesalonicenses 4; 17 por si a alguien le interesa) acontecerá un prodigio;
Todos los cristianos, entiéndase los buenos, los que apoyan al Estado de Israel, odian al Islam, son creacionistas, antiabortistas, homofóbicos y probablemente blancos anglosajones, serán llevados en un abrir y cerrar de ojos al Cielo junto a Cristo.
De pronto el mundo se quedará sin creyentes verdaderos, será el caos, los "liberales" se apoderarán del gobierno de los Estados Unidos, que dejará de auxiliar a Israel, Europa, unida, será presidida por el Anticristo quein traerá la paz a Medio Oriente y, entonces, será reverenciado por los judíos.
Tendremos entonces, ya que alguien como yo seguramente no será "llevado por el Señor", tres años y medio de prosperidad, se implantará el dinero electrónico y un chip (la marca de la Bestia) controlará nuestras vidas... pero unos pocos resistirán, serán los fieles, los que aún sin ser "raptados" mantendrán los principios cristianos.
El Anticristo hará prodigios, construirá una nueva Babilonia y se hará adorar como Dios.
Será el tiempo de la Gran Tribulación; tiempo exactamente cronometrado por un Dios que, según este predicador, ya lo anunció quinientos años antes de Cristo. Como una puesta en escena perfecta la Historia marchará hacia su consumación.
El Anticristo atacará Jerusalén para poner su imagen en el Templo (que ya habrá sido reconstruido) y entonces vendrá Jesucristo con sus ángeles sobre las nubes del cielo. Lo destruirá en un instante para dar comienzo al Milenio.
Aquí, esperen, no termina todo.
Los "raptados" volverán para regirnos a nosotros, a los que aún quedemos, y enseñarnos a vivir según sus propias normas. Durante este período especial viviremos largos años, más de cien dice el reverendo apoyándose en infinitas citas bíblicas, en una sociedad cuasi perfecta.
Mil años de dictadura divina, que se ejercerá, para colmo, por medio de aquellos que se consideran mejores que todos los demás.
Y entonces, por fin, llegará el Juicio Final, con la recompensa eterna para los que acaten, con la eterna reprobación para los que nos salgamos de la línea.
No es la elucubración trasnochada de un predicador.
No es un grupo minoritario que se aisla en sus propias fantasías.
Hay muchos, sobre todo en el Gran País del Norte, que creen a pie juntillas en estas historias. Una serie de novelas y un par de películas ilustran, con técnicas de la ciencia ficción, mezcladas con el periodismo, sobre lo que será este mundo para los que queden atrás (en inglés Left Behind; el nombre de la serie). Cosa curiosa, o no tanto, el pacifismo es presentado como satánico, mientras que los sobrevivientes pelean contra el mal a la manera de Rambo o los Boinas Verdes...
La madrugada avanza.
Es hora de buscar el sueño esquivo.
Si tengo pesadillas acerca de raptos, mesías, anticristos y furibundos ángeles rubios, ya sabré de donde vienen.
lunes, enero 22, 2007
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