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sábado, julio 15, 2006

La casa disfruta de su silencio. Un silencio que sólo es acompañado por The Manchester Symphony Orchestra ejecutando una selección de clásicos de Queen (y sí, me equivoqué, compré la versión instrumental. Ahora suena "Cosita loca llamada amor" (y debo decir que suena maravillosamente extraña).
También yo disfruto este momento solipsista, escribiendo este blog, intentando completar un artículo de la Wikipedia y ejercitando mis dedos para comenzar un proceso regular de escritura; me propongo completar varios KB de textos inconclusos, algunos de ficción, otros de diversos ensayos. ¿Por qué será que no puedo completar mis escritos?, ¿por qué no me decido a encarar todo esto como un "trabajo" (mejor un trabajo, sin comillas) ¿por qué multiplico los paréntesis? ¿por qué considero que soy incapaz de producir algo que a los demás, y a mí mismo, le produzca placer de leer?
Demasiadas veces dejé tareas sin terminar, sin duda esto refuerza el efecto Zeigarnik (o como sea) que dice que las tareas inconclusas se recuerdan mejor, pero también refuerza el sentimiento de caducidad, de incapacidad y de posterior autorreproche...
Es que no puedo perdonarme. Es que soy incapaz de sentir otra cosa que no sea esta recurrente sensación de abandono, de, permítaseme el torpe juego de palabras, de cesación permanente...
En este momento, mientras escucho Flash (el tema de Flash Gordon, la película) el sentimiento de culpa, de inalcanzable redención, es más fuerte que nunca. ¿Lo superaré alguna vez?. No quiero volver a intentar la terapia (otra cosa inconclusa de mi vida), creo que fue un gran error iniciarla, pero también es cierto que el temor a errar me paraliza más y más: un círculo vicioso, ¿cómo romperlo?
Algún comentario o sugerencia al respecto sería más que bienvenido...

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