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jueves, julio 31, 2008

Inspiración

Viene cuando menos la espero.

Insidiosa, no deja de molestarme en el momento menos indicado.

Suena en mi celular a deshoras y se descuelga con un importuno e mail mientras intento preparar la clase de mañana.

Entra detrás de mí en el lecho, me asalta en el sueño a duras penas conciliado, sube conmigo al colectivo, me llama, sin recato, en medio de una importante entrevista laboral.

No está, claro, cuando la busco.

No se presenta en esas horas que he reservado para ambos. La pantalla y el teclado se desperezan de puro aburrimiento, los libros me tientan con sedentarias excursiones, el sol se desliza, pesado, en el cielo de la tarde y ella sigue sin acudir a la cita.

En vano la llamo, la busco, la estimulo con extractos de dudoso origen, la invoco si es preciso acudiendo a viejas y olvidadas supersticiones. No responde ni a mensajes, ni a ensalmos, ni a canciones de amor, poemas ni aun a, último recurso, acariciadores sueños.

Es mujer y desdeña a todo amante que no sea incondicional.

Es mujer y dicta una ley más antigua que el Olimpo o el Horeb.

Es mujer y me desprecia cuando no la venero por encima de todo.

Le han dado diferentes nombres, pero, como Homero, prefiero llamarla Θεια...



miércoles, julio 30, 2008

Desborde

Para vos



Lo presentiste; un suave aleteo casi imperceptible y, sin embargo, presente.

El calor, el hálito, la húmeda cercanía de sus labios.

Antes, aun, de su roce te estremeciste.

Un beso y dos y cien cayeron como las primeras gotas de una tormenta anunciada.

Temblorosa, la punta de su lengua probó el sabor sediento de tu vulva. Un leve gemido, que no supiste contener, anunció el comienzo del vendaval.

El cielo de tu cuerpo cargado de tempestades contenidas. El valle de tu entrepierna jadeante de lluvias esperadas. El monte, la húmeda caverna, el huerto, los ocultos manantiales y el pequeño anhelo rojo de tu clítoris. Todo fue atravesado, barrido, sacudido, estremecido, besado y rozado por el aguacero de su lengua, por el diluvio de sus labios, por el ímpetu de sus manos.

Y luego, cuando las colinas se agitaban bajo los relámpagos de su deseo, cuando los valles se inundaban y las suaves curvas de tu cuerpo se tensaban hasta el límite de lo insoportable...

Y luego, cuando su boca toda entera se vertía en tu interior, vino la súbita calma, el reposo inesperado, la quietud engañosa.


Sólo para descargarse nuevamente en furiosas turbonadas, en mangas de pasión, de delirio, de arrebato.

Todo él cayó entonces; suave lluvia, fértil aguacero, inmediato torrente en tu cuerpo jadeante de sed nunca saciada y se derramó, manso, en los canales lejanos de tu alma.



martes, julio 22, 2008

About yourself…

Es casi imposible entrar a un sitio de Internet, sea blog, sea portal de compras o sea periódico on line, sin que te pidan, rueguen, exhorten, supliquen o amenacen que te suscribas.

Ya lo he hecho tantas veces que tengo serios problemas para recordar las más variopintas contraseñas (y eso que las repito frecuentemente) y muchos más para estar seguro si me registré con tal o cual apodo (nick) .

En casi todas ellas aparece un apartado donde te piden que hablés de vos mismo, que escribas, como dicen, un perfil...

Hace poco intenté, invitación mediante, crear un blog en wordpress (que no usaré, pues se administra en inglés y blogger me resulta más amigable) y, terminado el registro, aparece la frasecilla:

About yourself.

Esto es lo que escribí...

About yourself, dice el encabezado, casi evocando el frontispicio de Delfos...

No es que escribir about myself sea especialmente difícil, es que a veces ni uno mismo sabe muy bien de quien se trata cuando dice myself (¡mucho menos yourself, herself o himself!) porque solemos ser varios los que convivimos en este espacio indeterminado que se llama "persona".

¿De qué Gustavo puedo hablar?

¿Del hombre de cuarenta y largos años, separado, padre de una hermosa preadolescente y un revoltoso superhéroe de seis años?

¿Del tipo que tuvo la inmensa suerte, y dicha, y placer y maravilla, de encontrar a Sabrina y enamorarse de ella?

¿Del zarpado de hace cinco años atrás, viviendo al límite de la osadía?

¿Del docente que siente una verdadera concupiscencia por enseñar?

¿Del laburante que a veces mintió para zafar?

¿De aquel que dejó de lado a la Santa Iglesia, sus pompas y sus obras, y, sin odio, abrazó la liberadora causa del ateísmo?

¿Del que alza su puño cada vez que oye la Internacional y acunó a sus hijos con la esperanza de que "la tortilla se vuelva"?

¿Del nostálgico de viejos dibujos animados, defensor incondicional de Silvestre y del Coyote?

¿Del que se acuerda de "la más maravillosa música" y tiene 30.000 hermanos menos?

¿Del tipo que no puede ver un documental de The History Channel sin exclamar en cada comercial "eso es inexacto"?

¿Del que prepara los mejores desayunos (y arroces pilaf también) de la zona sur y los lleva a la cama de su somnolienta novia o de sus adormilados hijos?

¿Del que disfruta estar con amigos pero, es tan tímido, que parece una versión moderna de Simeón, el estilita?

¿Del que suele usar palabras como thymos, outremer, innacuracy o L'Shana habaah b'yerushalayim en la conversación cotidiana, no por pedantería, sino porque el punto considera que son expresiones comunes?

¿Del que se irrita con facilidad pero, según dicen Mary Fer y S.B. de consuno, puede ser desactivado tomándolo en solfa?

¿De quien, en fin, tengo que escribir cuando leo "about yourself"?

¿De tierno, del irascible, del erudito, del aburrido, del simpático, del incomprensible Gustavo?

Kaltrum es el nombre que prefiero usar en Internet, pero me llamo Gustavo.


Y, de todos esos Gustavo que nombré, de todo cuanto a ellos (a mí) les (me) interesa escribo aquí...

miércoles, julio 16, 2008

De los hiksos, de los Pueblos del Mar y de la moderación al afirmar

Me escribe un camarada del espacio virtual relacionando a los hicsos con los Pueblos del Mar... tema poco popular si los hay...

Me siento frente al teclado y tipeo, con cierta impaciencia, las primeras palabras.

Le respondo, ampulosamente:

No.

Es que las fechas, pienso, no coinciden.

Es que los hicsos tienen su base en Palestina. Y los Pueblos del Mar en el Mediterráneo Oriental.

Es que no tienen nada que ver.

Entonces me quedo pensando.

Y borro todo lo escrito. Y empiezo una vez más.

Me pregunto nuevamente por estos pueblos, por las menciones de las crónicas, por los hallazgos arqueológicos y por el fenómeno, fascinante por lo esquivo, por lo cerca que está de la leyenda, de La Invasión. Ese hecho traumático que tan fácilmente resumimos en una palabra engañosamente simple.

Los Hicsos; Los Pueblos del Mar...

Y retrocedo a los siglos del mundo helenístico. Al Egipto ocupado por los griegos...

Imaginémoslo por un instante.

Es como la India, la de los relatos de Kipling, por ejemplo, bajo el dominio británico.

Allí en la cúspide, residiendo en Alejandría (que no estaba en Egipto sino "junto a" Egipto), propietarios absentistas; los griegos, más que clase alta, más que aristocracia, una raza (génos) de señores conscientes de su poder militar, de su pujanza económica y, lo más importante, de su superioridad intelectual.

Un poco más abajo los funcionarios de origen egipcio, muchos de ellos sacerdotes, conservando en lo posible sus privilegios pero intentando, día a día, no caer en la situación del resto de sus compatriotas; artesanos y campesinos explotados. Añoran el pasado, como los judíos, pero sin un mesías que esperar, encuentran un vicario consuelo en su pasada grandeza.

Uno de ellos, Manetón de nombre, quiere mostrar a los nuevos amos la gloriosa historia de esa tierra de misterios, magia y profunda antigüedad.

Ya Hecateo y Heródoto habían hablado de Egipto, y el resultado, opinaba Manetón, sacerdote y escriba, había sido decepcionante; él escribiría, en griego, la Verdadera Historia de Egipto y llenaría de maravilla, y de una secreta envidia, a esos eternos jóvenes que eran los griegos.

Entre esas historias estaba la de los hicsos; Los Reyes Pastores y conservamos, por suerte, la cita; pues poco quedó de la obra de Manetón y este pasaje se salvó porque Flavio Josefo, escritor judío del siglo I, lo utilizó en su obra, la cual, a su vez, perduró porque en un pasaje de ella, interpolado o no, hacía referencia a Jesús...

El texto de Manetón, pues, nos dice en la cita de Josefo:

Durante el reinado de Tutimeos, por una causa que ignoro, nos golpeó dios e, inesperadamente, unos hombres de estirpe desconocida, procedentes de oriente, con osadía invadieron nuestro país, al que sometieron mediante la fuerza, sin dificultad ni combate... proclamaron rey a uno de los suyos, cuyo nombre era Salitis...Su raza era denominada hicsos, que significa "reyes pastores" pues hyk en la lengua sagrada significa rey y sos en el lenguaje vulgar es pastor... (Flavio Josefo, Contra Apión 1, 14)

Hoy conocemos que el término alude al compuesto egipcio hq3 h3st.u (Heka Jasut) Gobernantes extranjeros y que seguramente son un eco de los gobernantes de origen a medias egipcio a medias cananeos que formaron la dinastía XVI en un período durante el cual el poder central se había debilitado en Egipto. Sabemos, también, que no eran los conquistadores que se presumía y que su "imperio" no era otra cosa que el testimonio de una continuidad cultural, basada sobre todo en el comercio, entre los pueblos del Levante y el Mediterráneo oriental (con extensiones hasta el lejano Occidente).

Hasta aquí lo que se conoce acerca de los Hicsos

Los Pueblos del Mar toman entidad en una época más reciente que la de los hicsos.

Los egipcios de los tiempos de Merneptah y de Ramsés III asistían, un poco con asombro, un poco con alivio por estar "protegidos", a un fenómeno sin precedentes.


Entre los años 1230 y 1170 (un lapso de apenas una vida humana) las grandes potencias y los medianos estados comerciales de oriente colapsaban; hititas, mitanios, ugaríticos, cananeos, asirios y hasta los reyes micénicos veían desmoronarse su economía, derrumbarse sus palacios y acampar, entre las ruinas de sus ciudades, a una multitud de advenedizos que ignoraban todos los refinamientos del civilizado mundo de la Edad del Bronce; algunos de estos recién venidos usaban el novedoso hierro, y éste le daría nombre a la nueva edad, pero eso era cosa del futuro...

Los egipcios, sus faraones, en realidad, primeros maestros de la propaganda; les dieron un nombre que sintetizaba los terrores de su propio pueblo: n3h3t.w n p3 ym (Nahat wen pa yem o algo a así) Extranjeros del medio del Mar. Nombre bien escogido, pues nada desazonaba más al egipcio que el mar y los extraños...

Como sea, por agotamiento, por la dificultad de invadir el país o por la acción acertada de Ramsés III, lo cierto es que estos invasores, que no eran en modo alguno marinos, sino bandas de pueblos en marcha, acompañados por algunas naves, pero sobre todo de carromatos, no pasaron de algunas incursiones en el Delta y la zona norte del Sinaí. Un grupo de ellos se asentó en las antiguas posesiones egipcias de Gaza y aledaños, "el camino del Mar" nominalmente como vasallos del Faraón, en la práctica como gobernantes independientes; recibieron el nombre de Filisteos (Pelistim en hebreo) el cual, con el transcurso de los siglos, daría el topónimo de Palestina (País de los Pelistim/ Filisteos).

Y esto es cuanto, datos más, datos menos, se puede decir de los Pueblos del Mar.

Hasta aquí los hechos.

Hasta aquí el motivo de mi perentorio no.

Sin embargo mi camarada me dejó pensado, porque la Historia es un problema (detectivesco) y no me gustan las soluciones fáciles o demasiado obvias.

¿Cuánto del recuerdo de los heka jasut había en Manetón y cuánto de la memoria de los Pueblos del Mar?

¿Quienes eran, después de todo, realmente estos Pueblos del Mar en los cuales la lingüística cree reconocer ecos de nombres homéricos como aqueos, dánaos y teucros?

¿Qué relación tenían los shardana, sakelesh y tursha de las inscripciones de Merneptah y Ramsés III con los sardos, los sículos y los tirsenos o etruscos?

¿Por qué algunos nombres hicsos también nos remiten a un contexto egeo, pues podrían derivar de palabras del griego arcaico?

¿Qué hay del fresco de un toro, análogo a los minoicos, hallado en Avaris, la "capital" de los hicsos? (ver http://www.foroswebgratis.com/tema-studioso_del_antiguo_egipto_identifica_a_los_misteriosos_reyes_hicsos-70802-526096.htm)

Es verdad, hicsos y pueblos del mar están separados por más de medio milenio, pero también presentan notables similitudes (y diferencias) de las cuales la investigación recién comienza a dar cuenta.

Y es verdad, también, que en la Historia no se pueden emitir juicios apresurados, pues acerca de lo que fue bien poco es lo que podemos decir con certeza... yo mismo no me acuerdo si anoche saqué la basura...