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viernes, julio 27, 2007

Un hermoso embuste

Uno de los engaños más bonitos de la Historia es, sin duda alguna, el del Libro de Mormón.
Otros habrá que lo superen en elaboración, ya que es bastante elemental, y quizás también en difusión, aunque totaliza más de 80 ediciones, pero el hecho de inventar, casi de la nada, un libro sagrado no es, como se dice, moco de pavo...
Una época y un país que cree en la Biblia a pie juntillas, una mente comercialmente astuta y algunas hipótesis sin fundamento pueden ser tan buen material para inciar el negocio religioso como cualquier otro. Ahí tenemos varios pastores, y algunos curas (estos últimos con una franquicia demasiado onerosa) para probarlo.
José Smith Jr., creo, los supera a todos.
Silvestri, Palau, Ignacio deben atenerse a la Biblia en sus prédicas... y la Biblia, libro crecido durante milenios en el seno de pueblos lejanos, se les vuelve en contra en algunas frases, no lo pueden evitar...
El yanqui dio con la solución.
Se inventó su propia Biblia y la puso al lado de la "recibida" como una igual; más clara, más coherente, menos complicada... como quien dice un clásico "dios por uno", perdón, "dos por uno" quise decir.

La trama del engaño (ya Smith había enfrentado procesos por fraude pero, ¿quien no mintió alguna vez?) es simple, como buen producto americano.

El Profeta Joseph Smith Jr.

Smith Jr., un típico chico de campo, ve aparecer un mensajero divino. Son los años 30 del siglo XIX y Roswell aún está lejos.
El ángel, un antiguo americano resucitado, indígena diríamos, pero Smith no lo dice, le revela que en una colina pequeña y poco notable del estado de Nueva York se encuentran unas tablas de oro que contienen la historia de los antiguos habitantes del Nuevo Mundo.

Las planchas de oro: el Libro de Mormón original.
Actualmente se encuentran en...
el cielo


El mensajero se llama Moroni hijo de Mormón, de allí el nombre dado al libro, y era el responsable, después de la muerte de todo su pueblo, de haber ocultado los antiguos escritos.
Todo sucede como se ha anunciado, nos cuentan Smith y unos testigos que son, también, creyentes de la nueva fe; en una caja de piedra en el cerro que los americanos de antaño llamaron Cumorah están escondidas las crónicas del pueblo desaparecido.
El texto, claro, es indescifrable, en esos tiempos recién comienzan a conocerse las antiguas lenguas egipcias y mesopotámicas, pero Dios ha pensado en todo; adjunta al kit profético no una, sino dos piedras luminosas (suerte de lentes para visionarios), que permiten traducir la obra.
El idioma es el nunca antes, ni después, conocido "egipcio reformado" y parece, por las copias que subsisten, una colección arbitraria de signos que poco tienen que ver con los jeroglíficos. Por motivos desconocidos los autores, de origen judío como se verá, prefirieron escribir en esta extraña lengua antes que en hebreo... quizás porque en la América de 1830 ¡había mucha gente capaz de entenderlo!
Como sea, cuando algún seguidor de Smith muestra los enigmáticos caracteres a los "eruditos", estos no les encuentran ni pies ni cabeza... ¡tanto mejor!, los profetas tienen a gala no ser creidos por sus contemporáneos.

¡Egipcio reformado!, vaya, vaya

Al margen, unos años después Smith se animó a traducir un texto realmente egipcio; lo llamó el Libro de Abraham y dijo que era una autobiografía del Patriarca, ¡más confusión!, cien años después se probó que era una copia vulgar del conocido Libro de los Muertos y que tenía tanto que ver con el decano de los Patriarcas como con una receta de nachos...

El libro en sí es notable.
Notablemente aburrido; intenta mostrarse como bíblico (y por eso después le agregaron versículos) pero se cae en las primeras líneas y no vuelve a levantarse más que en contadas ocasiones.
Se trata de una compilación de textos, que datan de un período comprendido entre el 600 a. C. y el 400 d.C., en los que se relata la historia de Lehi, su familia y sus descendientes.

Lehi, por supuesto, era bueno, justo y todo eso por lo cual Dios, que es sabido tiene debilidad por estos ancianos que critican a "la juventud perdida de ahora", lo eligió para salvarlo de la inminente ruina de Jerusalén e iniciar, de nuevo, otro pueblo escogido.
Lehi con sus hijos, entre ellos el buenazo de Nefi y el tiro al aire de Lamán, se pone en marcha hacia Arabia y tanto camina que va a dar a la costa del Océano Índico.
Una vez allí Dios, que también tiene predilección por la naútica, le ordena construir un barco y cruzar con él el océano hasta la Tierra Prometida.
El navío, con toda la familia dentro, cruza el Índico y el Pacífico (unos trece mil kilómetros apenas) guiado por la Liahona, una especie de brújula maravillosa, llegando, por fin, a las costas de un país desconocido.
Que no era otro que América.
Una extraña América, casi deshabitada, con vacas, cerdos, caballos, trigo, lino y gusanos de seda (aunque no maíz, llamas, bisontes o magüey); equipada, en fin, con todo lo necesario para armar una civilización.
Una América como la querían los colonos; sin molestos indios.
En la nueva tierra la familia de Lehi prospera. Según se infiere del libro santo se dedican a dos actividades primordiales; la procreación dado que en pocos años suman miles de personas y la construcción de toda la infraestructura necesaria para dar marco a los relatos que vendrán a continuación. En el tiempo que les deja libre la reproducción de la especie y la tala de bosques, cultivo de la tierra, pastoreo de ganado, minería, fundiciones, ebanistería, talla de la piedra, construcción de ciudades, templos, caminos y letrinas, se dedican a guerrear entre ellos.
Se sabe, los que Dios elige no siempre están a la altura de las circunstancias.
Muerto Lehi los hermanos se dividen en bandos irreconciliables. El bueno de Nefi da origen a los ilustrados, creyentes y honestos Nefitas, mientras que su hermano Lamán es el tronco de los arteros y despreciables Lamanitas... por lo menos es lo que dicen Nefi y sus hijos.
El Señor comparte estos prejuicios, por lo tanto, nos cuenta Smith en su traducción; transforma físicamente a los Lamanitas en un pueblo de aspecto horrible, piel oscura, pómulos salientes y aficción por la guerra, en una palabra: los convierte en indios.
Los nómades Lamanitas...
y los nobles Nefitas




Pasan muchos y monótonos siglos.
Hay reyes y reinos, profetas y sacerdotes, guerreros y escribas.
Pirámides, guerras, éxodos y deportaciones.
El profeta Alma, en una "típica" escena de la América precolombina!!!

Zarahemla, ciudad americana, con carros y corceles

Los Lamanitas traman conjuras y constituyen ligas de agnósticos.
Los Nefitas aprenden los misterios del cristianismo aún antes del nacimiento de Jesús y cuando este, por fin, resucita; realiza un breve tour de cuarenta dias por las tierras americanas.

Jesus in America!!!

Y los famosos indios con barba...


Lamanitas y Nefitas se reconcilian y viven largos años como hermanos, pero la ambición y el odio no mueren. Ya en el siglo IV se vuelven a separar hasta que, en una gran batalla en la cual perece Mormón, los Nefitas son exterminados por los victoriosos Lamanitas y sólo sobrevien sus palabras en las planchas de oro.
No se dice, pero se insinúa con claridad meridiana, que los indios actuales son, de hecho, los degenerados descendientes de los malvados Lamanitas, mientras que las grandes obras de arquitectura que empiezan a asombrar a los americanos en Yucatán o Perú son obra de los bondadosos y rubios herederos de Nefi.

El moribundo Mormón se despide de su pueblo

Hasta aquí el libro.
Inútil buscar precisiones históricas, geográficas o arqueológicas. No existen y en cada página pueden señalarse contradicciones y errores que, pacientes, los eruditos del mormonismo intentan explicar.
Cuando leés la Biblia, creyente o no, encontrás nombres conocidos y una topografía familiar, podés saber con certeza donde estaban Jerusalén, Samaria o Babilonia, encontrás descripciones o alusiones a elementos arqueológicos que corresponden a esas culturas antiguas y hasta puede que des con algún texto que confirme parte del relato.
Nada de esto pasa con el Libro de Mormón.
A los nombres inventados, la falta de verosimilitud del ambiente, la nula relación que tiene con la arqueología americana y la ausencia de referencias externas, se suma la imprecisión geográfica.
Nadie sabe donde estaban asentados estos Nefitas y sus rivales.
Tres escuelas de pensamiento dibujan tres geografías diferentes. Los que dicen que Nefitas y Lamanitas vivieron en toda América, habiendo desembarcado en Chile, los que sostienen que se limitaron a ocupar un área pequeña de América Central y, más audaces, los que les atribuyen como hogar unas supuestas tierras sumergidas en el Golfo de Méjico.

Una de las interpretaciones propuestas para la "geografía" mormona. Obsérvese la Tierra de la Promesa.

Y otra, de Sorenson, quizás la más coherente... o menos incoherente

De este libro surge la (o las porque existen una docena de "iglesias" mormonas) Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días cuya sede principal está en Utah y cuyos rubios misioneros son una presencia común en nuestras calles.
Pero eso será, alguna vez, objeto de otro artículo.

¿La venganza de los Nerds?

domingo, julio 22, 2007

Evita, esa mujer...

La foto de Evita que conocí en mi infancia


El próximo 26 de julio (dia caro a los latinoamericanos revolucionarios por cubanos motivos), a las 20 y 25, se cumplirán cincuenta y cinco años de, como decían los locutores de la época, "el paso a la inmortalidad" de Eva Perón.

Me han preguntado a menudo sobre ella.

Amigos de otras tierras, jóvenes para los cuales es sólo un eco, compañeros que saben que a uno le gusta la Historia y quieren conocer una versión, supuestamente, más objetiva.

Es difícil, claro, ¿qué puedo escribir yo, aquí y ahora, sobre Eva Perón, Evita, Esa, La Abanderada de los Humildes, La P…, Jefa Espiritual de la Nación; que de todas estas maneras, y más, la llamaron?

Intentaré una aproximación desde el punto de vista de quien, por su edad, nunca la conoció pero, por su origen y su interés, ha tenido un trato intenso con el difuso punto donde el mito se encuentra con la historia.


La Razón de mi Vida, autobiografía "oficial" de Evita

Tenía diez o doce años cuando dí con La Razón de mi Vida, una autobiografía de ella que mi abuela atesoraba y sólo me dejaba leer después de un correspondiente permiso. Me fascinó, aún después de saber que no la había escrito Evita y que esas frases, simples pero contundentes, porvenían de algún redactor a sueldo. Era casi mágico leer lo que, suponía, había escrito esa mujer de la cual había oído hablar durante toda mi infancia. Era maravilloso imaginar esa Argentina que soñaba un futuro de prosperidad y justicia social, tan alejado de lo que comenzaba a descubrir a mi alrededor. Era desafiante casi escuchar esas frases encendidas llamando a la vindicación de los olvidados entre los cuales, lo sabía, estaba yo mismo...


Desde entonces data un interés que ha crecido a medida que me enamoraba de la Historia.

Interaré, pues, más desde la sensibilidad de un argentino que, cosa extraña, ama y está orgulloso de su patria y de su pueblo, esbozar algunas apreciaciones sobre Eva Perón.

John William Cooke ha dicho que el peronismo es el hecho maldito del país burgués, si es así, entonces Evita es el núcleo central de ese “hecho”.


Evita, antes de ser Evita


Los datos de su vida; hija de Juana Ibarguren y de Juan Duarte (ambos de ascendencia vasca), no reconocida por su padre, pobre, marginada, aspirante a actriz; no muy buena, por cierto aunque, cuando su escenario fue todo el país, magistral (aunque quizás ya no actuaba, era), esposa de un líder popular de difícil catalogación, impulsora de un programa de asistencia social inédito para aquellos años, tradicionalista y revolucionaria, promotora del voto femenino, muerta de cáncer a los treinta y tres años, santa, odiada, amada… ni siquiera después de muerta pudo descansar en paz, un cuerpo profanado, una bandera de lucha social, un símbolo y un emblema para manipular… un musical, una moda, un recuerdo y una presencia que no se va de la historia argentina.

Una imagen poco conocida de Evita

Datos.

Pueden obtenerlos de la Wikipedia, de alguna enciclopedia, de los libros que escribieron quienes la amaron y quienes la odiaron.

Y muchos de ellos les ayudarán a entender a esta mujer extraordinaria.

Voy a contarles, empero, de la Evita que llegó a mí, una Evita que no conocí pero fue una presencia permanente en mi infancia.

Evita en calle Córdoba y Sarmiento, Rosario, en torno a los años '50

Mi madre proviene de una familia peronista; de esas que, dice el chiste, nunca se meten en política; siempre fueron peronistas. Ser peronista no era, para ellos, una adscripción ideológica, era un sentimiento, una relación visceral, afectiva, irracional si se quiere, de amor, como prefiero llamarla. Mi abuela provenía de un tronco radical, ligado al caudillo popular Irigoyen, sus raíces más lejanas se hundían, creo, en el federalismo.

Mi padre proviene de una familia radical (que el nombre no llame a engaño, un radical sólo lo es por su apoyo irrestricto a la Constitución, nada más) y antiperonista.

Ser antiperonista, “contreras” se los llamaba entonces, “gorilas”, después, también era una cuestión afectiva, más bien cultural. Un antiperonista era alguien que pertenecía a la pequeña burguesía, o bien quien ejercía una profesión liberal, en definitiva; una persona que se enorgullecía de ser culta, blanca, racional y con un pasar económico más o menos desahogado.

Un típico libro "contrera"

Cuando murió Evita, los pobres la lloraron y la llamaron santa. Durante varios días hicieron cola frente al Congreso Nacional donde velaban sus restos.

Cuando murió Eva Duarte, los ricos festejaron, descorcharon botellas de champagne y escribieron en las paredes, contra su costumbre de no ensuciar la propiedad privada: “viva el cáncer”.

¿Quién era? ¿Cómo una mujer podía despertar esos sentimientos?

Gigantografía en Rosario, que evoca la visita de Evita en la entonces Jefatura de Policía

En el siglo XXI se nos hace difícil entender la importancia del liderazgo, nadie ya grita consignas en la que se dé la vida por tal o cual gobernante, nadie habla de “padrecitos”, caudillos o führers, no se rinde, salvo excepciones, culto a la “clarividencia” del dirigente; somos más escépticos, menos esperanzados, incrédulos, quizás. Por suerte.

En el siglo XX era diferente. Los fervores se desataban por cuestiones donde la política, la cultura, la fe y el anhelo de un mundo mejor se mezclaban confusa y apasionadamente.

Esta era la Argentina de los años cuarenta de ese siglo pasado tan movido:

Una Argentina rica en materias primas y profundamente desigual; donde pocos lo tenían todo, y lo derrochaban en los burdeles de París, y muchos no tenían nada, donde la república era poco menos que una ficción y los políticos se jactaban de practicar el “fraude patriótico”, donde, en fin, coexistían tres países diferentes; el de los nativos marginados, los inmigrantes más o menos integrados y los terratenientes (la oligarquía vacuna se la llamaba) dueños del poder político, cultural y económico.

Evita era hija de esa Argentina.

El peronismo surge como respuesta y reacción a la realidad.

Orígenes confusos, donde se mezcla la admiración de los militares por el orden de los regímenes autoritarios, una vaga defensa de la industrialización, la antipatía por Inglaterra, considerada colonial y rapaz, el desprecio por las instituciones republicanas, la defensa de la religión católica entendida como matriz cultural en peligro frente al avance “judeomasónico”.

Perón sintetiza esa difusa ideología (nacionalismo, tradicionalismo e industrialización en un marco autoritario) y le agrega dos elementos: una respuesta, paternalista pero eficaz en lo inmediato, a los reclamos de los sectores obreros y su propia capacidad personal para manejar a los grupos antagónicos. Un tipo hábil y mentiroso, taimado pero sencillo en el trato, campechano; capaz de sonrisas, como sólo se encuentran entre los amigos del barrio, y también de escarmientos ejemplares.

Eva Perón, sin embargo, proporciona algo más.

Una mística.

Una sensación de revancha.

Un cuento de hadas, quizás, pero que no afecta sólo a su protagonista, sino a todos los demás: Un cuento de hadas con contenido social…

"María Eva Duarte, Primera Dama de la República"

Fue la única Reina que tuvimos, como dijo María Elena Walsh (http://www.lapatriagrande.com.ar/eva.htm)

Reina al mejor estilo de aquellas que dieron origen a leyendas en la joven Europa del Medioevo.



Evita, joven, reina, hermosa...

Fue esta la Evita que conocieron en la hambrienta y aislada España de Franco. La que quedó ligada, para siempre, a las manifestaciones “espontáneas” de la Plaza de Oriente. Poco se sabe, empero, de la relación tirante que mantuvo con Carmen Polo al recordarle el origen “impuesto” del poder de su esposo o la conmutación de pena que logró para la militante comunista Juana Doña.



Evita junto a Franco en la España aislada de los últimos '40. "Qué bronca le va a dar a Trumman (el presidente norteamericano) vernos juntos"... dicen que dijo

Así era ella. No hay coherencia, dirá alguno, quizás no haya que buscarla en ninguno de nosotros…

Cuando, después del golpe militar que se dio en llamar “Revolución Libertadora” (fusiladora sería más acorde con sus prácticas), se exhibieron públicamente los vestidos y joyas de “esa mujer”, hubo un incesante ir y venir de personas sencillas, de pueblo si así lo quieren, para contemplarlas. Con cariño, con devoción, con tristeza y hasta con ternura. Eran las joyas de la corona usurpadas por los dueños de la tierra, por los mismos que decían; al derrocar al peronismo: “ahora vamos a volver a tener sirvientas gratis”. El pueblo no veía mal que una de sus hijas se engalanase de aquella manera, por el contrario, era motivo de orgullo que María Eva, hija natural, actriz, dudosa y pobre luciese esos adornos que, desde una mirada más racional, y fría, estaban muy lejos de la sencillez republicana.

Evita, no obstante, no era sólo una mujer de orígenes humildes que llegaba al poder. Era, también, una revolucionaria.



Evita, joven, revolucionaria, hermosa...

Instintiva, sin teoría, alejada a años luz del sesudo marxismo argentino que, como todos los de los países periféricos, conocía a pie juntillas la realidad de la Rusia zarista pero lo ignoraba todo de la de los peones de campo argentinos. No sabía de política social, pero la ejecutaba con eficacia.

"En la Nueva Argentina de Evita y de Perón, los únicos privilegiados son los niños" se decía en esos tiempos...

Evita era una mujer visceral y plena de contradicciones. Su cultura política, hecha al lado del milico que era Juan Domingo, mezclaba conceptos y se guiaba más por el sentimiento que por la razón. En sus discursos y sus escritos, incluida la “apócrifa” Razón de mi Vida, siempre se mezclan el amor por Perón y el amor por el pueblo, la reforma y la revolución, el odio a los explotadores y el mantenimiento del status quo ante, las posturas avanzadas sobre los derechos de la mujer y una concepción tradicional de ella como “madre de familia”.

Perón al piano y Evita ¿sonriendo?

Era y no era parte del gobierno.

No pudo, no la dejaron, su propio esposo incluso, ser vicepresidente.

El llamado Cabildo Abierto del Justicialismo, en el cual Evita "debió" renunciar a ser candidata a Vice presidente de la Nación

Logró, a fuerza de un trabajo que se llevó su vida, usar los recursos que el país había acumulado después de la Segunda Guerra, para concretar lo más parecido a un estado de bienestar que hubo en América Latina. No desmerezco con esto las medidas “sociales” e incluso “progresistas” de Perón, pero ella hizo mucho más que complementarlas desde su Fundación, desde sus planes de asistencia, desde su “revancha” social.

Murió, agotada, unos pocos años antes de la caída del peronismo como partido gobernante. Siguió presente de mil maneras diversas.

Funerales de Evita, un pueblo de luto, y algunos festejando...

Su cuerpo, embalsamado, fue robado, mutilado, vejado y enterrado en secreto en un perdido cementerio italiano, para ser devuelto, años más tarde a su viudao, ya vuelto a casar con esa antítesis de Evita que se llamó Isabel o María Estela (ni nombre pudo tener).

Si tienen tiempo les sugiero que lean el “cuento” de Rodolfo Walsh; Esa mujer, donde esta historia se relata de manera insuperable.(http://www.literatura.org/Walsh/rwmuje.html)

(¡Qué curioso los dos textos que cito son de dos "parientes" María Elena Walsh, antiperonista y "bienpensante" y Rodolfo Walsh, peronista y revolucionario...!. Así es la Argentina)

El cuerpo embalsamado de Evita

En los años ’70 se cumplió una supuesta “profecía” de Evita: Volveré, y seré millones.

En el peronismo se habían formado numerosos grupos de acción política que reivindicaban el accionar de Eva y la consideraban una precursora del “socialismo nacional”.

"Yo sé que ustedes tomarán mi nombre y lo llevarán como bandera la victoria" imposible escribirlo y no oír las aclamaciones por detrás, imposible leerlo y no entonar, en secreto, aquel cantito: "Si Evita viviera, sería montonera"

Una corriente de izquierda, conocida genéricamente como La Tendencia, propugnaba entender al peronismo como parte de un proceso de liberación social y económica, análogo al sandinismo nicaragüense (la ironía era que Perón tuvo una cierta amistad con Somoza) o al castrismo cubano. Para ellos Evita, la evita de traje sastre o de camisa descubierta y melena al viento (hermosa si se me permite una apreciación muy personal), era la abanderada de la Revolución. Evita era la precursora de las columnas montoneras, se recordaba a menudo su propuesta, rechazada por Perón, de armar a los obreros en defensa del régimen, era la compañera por antonomasia (compañera o compañero, en el lenguaje peronista, equivale al camarada de los soviéticos) y se cantaba en las manifestaciones:


¡Perón, Evita, la Patria Socialista!

A lo cual los militantes de izquierda, no peronistas, respondían con sorna:

¡Perón evita la Patria Socialista!

Los años setenta vieron el mayor genocidio de la historia argentina. El que nos hizo autores de una palabra que, en el mundo entero, se escribe en “argentino”: desaparecidos…

El peronismo desapareció convirtiéndose en lo que es hoy, un ritual en el cual ya no hay fieles y donde la nostalgia reemplaza al sentimiento fervoroso de otras épocas. Donde conviven los negociados y los negocios, la izquierda reciclada y la derecha con rostro más o menos humano.

Evita ha trascendido todo aquello.

Sigue siendo la mujer que partió en dos nuestra joven Historia.

La de los derechos, la de la revolución inconclusa, la del sueño eterno de llegar a ser.

Las dos candidatas a la presidencia de la nación; Cristina Fernández De Kirchner, de extracción peronista, y Elisa Carrió, de origen radical y una concepción progresista moderada, la reivindican en sus discursos y, secretamente, apelan al inconsciente colectivo donde se instala esa mujer.

Candidata al puesto: CFK ¡hummm!
Candidata al puesto (2): Lilita Carrió ¡seguramente no se puede decir "sería montonera"!

Esa mujer llamada Evita.

jueves, julio 19, 2007

Palabras no dichas



No te vayas

Es temprano para huir

Y muy tarde para faltar a nuestra cita.

No te vayas

No te pido palabras

Ni siquiera pretendo una caricia.

No te vayas

Simplemente permanece

Que en este mundo

Donde todo

Todo

Se desvanece sin remedio

Me gustaría saber que estás

A mi lado en esta tarde

miércoles, julio 18, 2007

Encuentro familiar (un cuento)

Belén disfrutaba su torta de manzana cuando lo vio.

Miró de reojo hacia él y no dijo nada.

El joven, sonriendo, se sentó en una mesa cercana, justo detrás de un vidrio que separa en dos al local.

Belén, disimulando ante su papá, absorto en la lectura del diario, le devolvió la sonrisa. Con delicadeza, él levantó un vasito plástico y brindó con la niña de apenas once años que tan bien conocía. Ella saboreó gustosa un trozo más bien grande de la torta, era un gesto que él recordaba muy bien de años por venir y puso una cómica expresión que Belén, por supuesto, todavía no podía reconocer; pero que la hizo contener la risa y, es cierto, atragantarse un poco.

Unieron un instante los ojos, tan parecidos, tan grandes y tan llenos de ternura.

Belén ya sabía quien era aunque, como se podrá imaginar, aún no lo conocía. Miró a su papá, que tomaba distraído un sorbo de café casi frío, y estuvo a punto de contarle todo; pero decidió guardar el secreto.

Un secreto para ella sola, para abrigarla en días de invierno y dejarse llevar en siestas por venir.

Detrás del vidrio la figura de aquel muchacho, dieciocho o tal vez veinte años de satisfecha vida, se desvanecía lentamente.

Belén dibujó una perfecta O (mayúscula, se dijo) con sus labios cuando él desapareció del todo. Ella sabía que no lo volvería a ver así hasta dentro de unos treinta años, más o menos.

Y no le dijo a su papá que, desde muy lejos, su futuro hijo había pasado para saludarlos.

domingo, julio 15, 2007

Generador automático de best sellers

Aquí tienen cinco nuevas novelas de Dan Brown

Es muy fácil escribirlas... al final del artículo encontrarán como.


1.La La Maldición del Teatro

de Dan Brown eao

«La Maldición del Teatro es una electrizante novela bien construida y basada en datos contrastados» (The Times)

La Maldición del teatro

«La Maldición del Teatro es una atractiva novela verídica de suspense» (Le Monde)

Vivimos años decisivos. Mark Hayek, un violinista, aparece ahorcado en Rosario y Gustavo Bessolo, formidable bibliotecario, se pone a disposición de los bomberos de Villa Gobernador Gálvez, para declarar como especialista. Pronto, Gustavo se encuentra con un gran reportero llamado Luis Novaresio, mezclado desde hace años con el ultra secreto grupo de La Manada Cruel de los Hiper-negativos, y allí sucede un dramático ajuste de cuentas con La Tropa de los Sicarios del Mameluco Azul, después de una persecución en el Uritorco. Mientras la civilización occidental está en peligro, los malvados líderes de La Manada Cruel de los Hiper-negativos no permitirán que las cosas se tuerzan. ¿Podrá Gustavo detenerles a tiempo?

2. Mujeres y Golondrinas
de Dan Brown

«Mujeres y Golondrinas es una explosiva novela bien construida y basada en datos contrastados» (The Times)

Mujeres y Golondrinas

de dan brown

«Mujeres y Golondrinas es lo último del autor de El Código da Vinci. Combina de nuevo la acción trepidante con la más apasionante investigación. Es una magistral y extraordinaria ficción» (Wall Street Journal)

En la mismísima puerta de la CIA aparece asesinado Andrew Jackson –un ex-banquero– con un extraño símbolo escrito con tiza en su oreja. Para el profesor Pablo Goldbert no hay duda: Los Defensores del Santo Prepucio, que se enfrentan a la humanidad desde los tiempos de Ásterix, han regresado. Acompañado de Sabrina, una joven investigadora, y Di Leo, un detective, Goldbert comienza una carrera contra el reloj, con una búsqueda desesperada en las tierras de Siberia, para aclarar el misterio de la tribu perdida de los Patoruzek. Necesitará todo su conocimiento para descifrar las claves ocultas que Los Defensores del Santo Prepucio han dejado a través de los siglos en unos manuscritos que hay en Rosario y en una estación de servicio de Maciel, y todo su coraje para vencer al despiadado asesino, ya que el tiempo se agota y nuestra concepción de la anti-materia está en peligro.

3. Dragones y Pintores
de Dan Brown

«Dragones y Pintores es una fascinante novela bien construida y basada en datos contrastados» (The Guardian)

Dragones y Pintores

de dan brown

«Dragones y Pintores es una atrayente y documentada novela» (The Washington Post)

¿Por qué no sabemos muy bien dónde estaba la Atlántida? Durante siglos, El Templo de los Defensores del Secreto ha conseguido mantener oculta la verdad… hasta ahora. Antes de morir asesinado, Brian Jackson, el último Gran Maestre de una sociedad secreta que se remonta a la fundación de La Caterva de los Gnósticos, transmite a su nieta Cristina una misteriosa clave. Jackson y sus predecesores, entre ellos Atahualpa y el general Belgrano, han conservado durante siglos un conocimiento que puede cambiar la historia de la humanidad: el misterio de la Reina de Poseidonis. Ahora Cristina, con la ayuda del reportero Gabriel Dutto, comienza la búsqueda de ese secreto, en una trepidante carrera por las cloacas de Andorra, que les lleva de una clave a otra, descifrando mensajes ocultos en los más famosos cuadros de Rembrandt y en unas vidrieras de Rosario.

4. La Crisis del Crisol
de Dan Brown

«La Crisis del Crisol es una fascinante obra maestra de suspense con gran éxito de ventas y perfectamente documentada» (USA Today)

La Crisis del Crisol

de dan brown

«La Crisis del Crisol es una sugestiva obra que pasará a la historia» (The Independent)

Estamos a principios del milenio. Escondido en las alcantarillas de Rosario, los jefes de La Fraternidad del Templo del Vampiro guardan el oscuro secreto del Cofre que contiene el video del primer gol que marcó Messi. Un pastelero psicópata, Gustavo Bessolo, ha dado con ello de modo fortuito, cuando estaba repitiendo interiormente la letra de una canción de Arjona. Con la ayuda de la grafóloga Alejandra Conte, Bessolo tiene una acalorada discusión académica acerca de las claves ocultas en los manuscritos gnósticos, después de la cual sobreviene una encarnizada batalla en las cuevas de la antigua Constantinopla, mientras el precio del petróleo está claramente en peligro.

5. La Fortaleza del Diablo
de Dan Brown

«La Fortaleza del Diablo es una electrizante obra maestra de suspense con gran éxito de ventas y perfectamente documentada» (The Times)

La Fortaleza del Diablo

de dan brown

«La Fortaleza del Diablo es una sugestiva y verosímil historia de intriga» (Wall Street Journal)

En su nueva obra, fruto de dos décadas de investigación, el autor de “El Código Da Vinci” teje una trepidante historia de engaños y crímenes, en busca del secreto del Lienzo Dorado. Un fascinante recorrido por los misterios mejor guardados de los Parlamentos más antiguos, ambientado en las calles de Jerusalén. ¿Puede existir un código indescifrable?, Sabrina Baudhuin la criptógrafa estrella de la ultrasecreta Agencia Provincial de Colonización (APC, después Iryda), no puede dar crédito a sus oídos cuando su jefa, Diana Polito, la subdirectora de la Agencia, le informa de que han interceptado un código que ni siquiera el CNI puede descifrar. La única pista para romper el letal código parece estar oculta en el cadáver de un hombre que ha muerto asesinado en Añatuya, donde había sido enviado Mark, el prometido de Sabrina.




Y podríamos seguir.

Si te interesa crear tu propio “best seller” entrá aquí y dejá que el sistema haga el resto….

http://probar.blogspot.com/?&&

Preguntitas sobre dios, de Don Ata


Un dia yo pregunté:
Abuelo, ¿dónde está Dios ?
Mi abuelo se puso triste,
y nada me respondió.

Mi abuelo murió en los campos,
sin rezo ni confesión.
Y lo enterraron los indios
flauta de caña y tambor.

Al tiempo pregunté yo :
Padre, ¿dónde está Dios ?
Mi padre se puso serio
y nada me respondió.

Mi padre murió en la mina
sin doctor ni confesión.
Color de sangre minera
tiene el oro del patrón !


Mi hermano vive en los montes
y no conoce una flor.
Sudor, malaria, serpientes,
la vida del leñador.

Y que naide le pregunte
si sabe donde está Dios.
Por su casa no ha pasao
tan importante señor.

Yo canto por los caminos,
y cuando estoy en prisión
siento las voces del pueblo
que canta mejor que yo.

Hay un asunto en la tierra
más importante que Dios,
y es que naide escupa sangre
pa' que otro viva mejor.

¿Que Dios vela por los pobres ?
Tal vez si, o tal vez no .


Pero es seguro que almuerza
en la mesa del patrón.

martes, julio 10, 2007

La historia según los “americanos” (del norte, ¿acaso hay otros?)

Este es un esquema de la Historia tal cual la conoce, por haberla visto en el cine, el norteamericano promedio.
Hay algo de sátira en todo el texto y no pretendo que sea, realmente, un reflejo certero de lo que cualquier yanqui sabe de historia universal... de ninguna manera: ¡algunos hasta oyeron hablar de un tal Aristóteles... famoso naviero griego!



Al principio está el mito de la creación según la Biblia, versión Primera Iglesia Bautista.

Adán, Eva con ellos empieza la historia "americana"

A continuación viene el hombre de las cavernas, primitivo, semisalvaje. Generalmente hay morenos neandertales y rubios cromañones, siendo éstos los vencedores.

Después viene la Atlántida (es inútil que les digas que es un cuentito de Platón, creen a pie juntillas en ella y en los OVNIS) con avanzada tecnología y un gobierno opresor de tipo colectivista pero regido por un emperador.

La Atlántida se hunde en la misma catástrofe que el Diluvio Universal (otro mito que creen al punto de andar buscando el Arca en la frontera ruso turca) y sólo se salva Noé en una comodísima nave que no tiene nada que envidiarle al Titanic, y es más hidrodinámica que éste.

Aparecen pueblos bárbaros, como en Conan, con admirables anacronismos que combaten en la Europa pos diluvial que se parece extrañamente a la medieval.

Llegan luego los egipcios y otros pueblos orientales que suelen mostrarse como detestables opresores de un pueblo hebreo compuesto de hombres altos, rubios y de ojos celestes casados con mujeres ídem, si acaso aparece alguna morena es árabe o de algún pueblo innominado. Estos hebreos, claro está, escapan de Egipto guiados por Moisés en busca de la libertad y la democracia.

Moisés, un hebreo de apellido Heston

Vienen luego los griegos, también rubios, que combaten contra los "maricones" troyanos (excepto Héctor, un machazo) y contra los "bestiales" persas sujetos a un emperador colectivista y totalitario. A veces, en versiones sofisticadas, aparecen los espartanos, democráticos y guerreros, y los atenienses medio "maricas" también y a punto de ser dominados por su necia afición a la paz.

Espartanos ¿democracia?

Al toque llegan los romanos.

We are romans


Al principio son guerreros, sobrios, decentes y propietarios (granjeros) pero luego, desde Nerón, se vuelven sensuales, borrachines y se la pasan de orgía en orgía con niñas desnudas... esto dura hasta Cómodo con quien suponen se acabó el Imperio. De los demás emperadores apenas si oyeron hablar.


De fiesta en fiesta. Era lógico que cayera el Imperio


Cuando los romanos enfrentan a cartagineses, griegos, galos y germanos, incluso, son valientes y honorables; cuando les toca actuar frente los judíos se convierten en nazis sin remedio.

Esta es la época de Jesús; judío, predicador de la democracia y la filantropía, opuesto a la violencia (aunque siempre tiene un discípulo que parece cuadro del IRA al que convence de volcarse a la paz) y crucificado por los romanos fascistas. Resucita y (según los mormones viaja a América) sube al cielo en una explosión de efectos especiales.


¿semita, judío, campesino y revolucionario?. Pamplinas, miembro de los Scouts of America



Viene, de golpe, la Edad Media, larga y sin cambios, transcurre toda en Inglaterra (a veces por excepción ingresa al cuadro Francia, y hasta Siria si se trata de las Cruzadas).

En algún lugar de todo ese desbarajuste estuvo Mahoma de quien sólo creen saber que era un profeta de armas tomar.

En la Edad Media hay:

  1. caballeros buenos, anglosajones,
  2. caballeros malos, normandos,
  3. frailes simpáticos, algo bebidos por lo general
  4. obispos despreciables,
  5. cobradores de impuestos corruptos,
  6. campesinos explotados y sumisos (casados con campesinas bonitas, sin una sola imperfección en su cutis, siempre pretendidas por el caballero malo) y
  7. Robin Hood.


Medioevo: doce siglos de Kevin Cotsner

Entonces llega el Renacimiento.

Con el mal genio de Miguel Ángel, los inventos del primer científico loco; Leonardo y, a veces, la actuación especial del polígamo Enrique VIII, sucedido por la intrigante Elizabeth y sus caballerescos piratas.

Por esos tiempos, año más, año menos, Christopher Colombus descubre América, desembarca a la altura de Boston aproximadamente, acompañado de taimados y oscurantistas españoles; el tipo, por el contrario, es un idealista del relativismo cultural y un antropólogo "avant la lettre".

Colombus, que no Colón, amigo de los nativos y víctima de los oscuros intereses españoles

Inquisidores pueblan el paisaje de España y sus colonias, mercaderes y papas sensuales el de Italia y no hay nada más en el mundo que merezca ser mencionado.

Luego la historia se aleja de Europa.

En Inglaterra hay una revolución pro democracia con lemas como In God We Trust y Free Enterprise, los descendientes de estos pioneros se embarcan en el Mayflower y colonizan América...

por una extraña perspectiva el resto del continente queda sin nombre.

Puritanos, predicadores, con la Biblia y el mosquete
¡hacia la tierra de los libres y el hogar de los valientes!

En poco tiempo, los colonos se independizan de los británicos, aristócratas de labios desdeñosos y hablar pretencioso, con la risible ayuda de algunos franceses excéntricos que, luego, se irán a hacer la revolución en su propio país.

REVOLUTION!... ma non troppo
En el entretiempo los franceses mataron a sus reyes, pese a ser tan glamorosos, y pusieron en el poder a un genio medio loco, petiso y poco aristocrático, llamado Napoleón que perdió, por supuesto, por no llamar en su ayuda a las tropas americanas.

Los americanos, por su parte, conquistan el Oeste, que era mexicano, y matan o encierran a los "pobres indios" en sus reservaciones. Sólo un siglo después comprenden que estos salvajes eran unos adelantados en materia de ecología, magia y parapsicología.

También le quitan Texas a los mexicanos que, muy malos, querían imponer sus leyes a los ciudadanos americanos... ¡y hasta cobrarles impuestos!

¡Remember El Alamo!

Después se dedican a matarse entre ellos en la más importante guerra del siglo XIX, la de Secesión entre

  1. los blancos, buenos pero mal aconsejados, del sur y
  2. los blancos, buenos pero un poco engreídos, del norte
con motivo de la cuestión de la esclavitud de los negros.
Gana el norte pero el sur queda tan dolido que los negros deben dejarse capturar, de cuando en cuando, por el Ku Klux Klan.


El siglo XIX termina con los excéntricos inventos del segundo científico loco; Edison.

Es un festival de globos aerostáticos, submarinos y balas lanzadas hacia la luna.

En el siglo XX vienen las dos guerras mundiales, ganadas gracias a la generosa y desinteresada ayuda americana, aparecen y desaparecen algunos gobiernos sudamericanos.

Sudamérica es todo el territorio al sur del Río Grande formado por gauchos que usan sombrero de charro, duermen la siesta y bailan tango en el carnaval de Río, capital de Buenos Aires.

Entre sus presidentes se cuenta el general fascista y comunista, a la vez, Perón y su esposa

Madonna Evita.

Typical argentine gaucho (made in Hollywood)

Algunos yanquis ayudan a los pintorescos guerrilleros de Pancho Villa y otros le enseñan democracia a los salvajes de Nicaragua, Cuba y Puerto Rico.

Un tal Perry, no obstante, tiene tiempo para enamorar a la bella Madame Butterfly quien, por supuesto, cae rendida a sus pies.

Despechada tramará la destrucción artera de Pearl Harbour, aunque el Gobierno americano por supuesto ya sabía que esto iba a suceder...



From the halls of Montezuma
To the shores of Tripoli,
We fight our country's battles
In the air, on land, and sea.
First to fight for right and freedom,
And to keep our honor clean,
We are proud to claim the title
Of United States Marines.

En 1918 aparece el Imperio del Mal, que se vuelve más malo después de la derrota de los otros malos; los nazis que, paradoja, se pasan al bando comunista en masa y les construyen los cohetes espaciales... tan mediocres que siempre se les rompen.

Alemanes democráticos, que nunca fueron nazis, ayudan a los americanos a construir sus propias naves espaciales, mejoradas con la tecnología alien capturada en Roswell.

Un tercer científico loco; Einstein inventa la bomba atómica y la energía nuclear y se las regala al gobierno del Tio Sam.

Los judíos levantan el estado de Israel de la nada, en un desierto despoblado, y pelean con valor contra los árabes, aún buenos, pero aconsejados por los nazis.

Los rojos se enfrentan a los americanos en Corea, Vietnam y Afganistán y pierden siempre. Hay algunos descalabros en Vietnam, es cierto, pero todo es culpa de los burócratas de Washington que no querían bombardear más arrozales, de los pacifistas hippies y de los generales medio locos...

Cuba es otro "gran error" de Washington que tratan de olvidar fumando habanos... importados de contrabando.


Los setenta son los años del rock y la psicodelia.

Los ochenta de Reagan y el disco.

Rambo junto a los taliban... ¡ah, que tiempos cuando los malos eran otros!

Los noventa, de la caída del monstruo comunista.

En el 2000 los árabes se vuelven los malos más malos de todos los malos ¡y tienen la osadía de atacar la propia ciudad santa de Nueva York!

Pero la lucha continúa y todos saben cual será su final.

En el futuro habrá una sola nación en el mundo; los EEUU, con corporaciones multimillonarias, peligrosos pacifistas y luchadores individualistas...

menos mal que en ese momento volverá Jesucristo y se llevará de golpe, el rapto lo llaman, a todos los buenos...

empezando por ellos, claro, los americanos.

Al fin de los Tiempos, sólo ellos se salvarán