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miércoles, febrero 03, 2010

No eran tan buenos los tiempos 2

(Nota: Como dije antes, este es un artículo sobre política local Por mi incapacidad de síntesis lo he dividido en 3 partes, de las cuales, esta es la segunda)



Desde finales de 2007 el Frente Progresista Cívico y Social, liderado por el Partido Socialista, rige la provincia de Santa Fe. Hermes Binner, ex intendente de Rosario, es el gobernador.
Su lema, durante la campaña electoral, fue “Buenos Tiempos”, pero la realidad, al comenzar su tercer año de gestión, indica otra cosa.

Un intento de análisis de esta situación debe comenzar, sin duda, por conocer el escenario en el cual se desarrolla.


La provincia de Santa Fe tiene diecinueve departamentos. Más interesantes que esta división administrativa son, sin embargo, las cuatro o cinco regiones que la componen, cuyos rasgos económicos, sociales y hasta culturales determinan intereses no siempre coincidentes.
Al sur y sobre el litoral del Paraná; Rosario y su región (que se extiende, dicho sea de paso, incluso un poco fuera de la provincia). Complejo agro industrial, es uno de los centros del poder económico provincial. Fuertemente autonomista es, además, el más desarrollado en materia de acción política. Epicentro de huelgas y reclamos, sede de lobbistas, usina de pensamiento tanto para los representantes del poder económico y social (derecha decíamos antes), como para los que quieren construir alternativas de contra poder (eso que se llamaba izquierda). Creyendo, no siempre con razón, ser el motor de la provincia.

Más al sur, y hacia adentro, la región con centro en Venado Tuerto. La pampa gringa. Lejana de la capital, cercana hasta cierto punto a Rosario, preocupada por sus propios intereses agrarios. Los sectores medios, los más dinámicos de la región, están estrechamente vinculados a la explotación agropecuaria, la vida cotidiana de las ciudades y pueblos gira en torno del “campo” pues de su prosperidad depende la de ellos mismos. Los chacareros constituyen un colectivo de por sí heterogéneo, no apto para reducción simplistas o descriptivas como la presente, pero al menos se puede decir que engloban desde el pequeño productor, apenas a salvo de las deudas, hasta el propietario de grandes extensiones, próspero (muy próspero en algunos casos) gracias a la soja, por producirla o por alquilar sus tierras para la siembra, pero no siempre protegido ante imprevisibles desplomes del mercado o esperables gabelas del Estado. Rubros productivos, cercanía a las terminales, acceso al crédito, calidad de los campos son factores que matizan estos gruesos trazos, y determinan opciones políticas.

El centro administrativo y decisorio está centrado en Santa Fe de la Vera Cruz, no en vano cito su nombre colonial, con su proverbial parsimonia (a menudo exageradas desde el sur), con su tradición burocrática del “así se hizo siempre” y con cierto orgullo desdeñoso ante el resto de la provincia.
También con sus gentes olvidadas, como los trabajadores de río, los migrantes venidos desde la pobreza interior, con los que resisten casi de forma refleja.


El norte, con Reconquista y Vera como referentes. Aquí sólo hay dos clases; los que tienen y pueden, los que no tienen ni pueden.



A la primera se la identifica por su tez blanca, sus apellidos de corte centro europeo y sus campos de algodón, antes, de soja, hoy. Funcionarios, burócratas y docentes pertenecen a ella que colonizó, con ayuda del Rémington, la Cruz y la Forestal, aquella región indómita hace exactamente un siglo. La segunda poco cuenta; son más bien morochos y revelan la tenacidad del ADN nativo, criollos se denominan, otros epítetos les son dados desde fuera; trabajan pero no pueden protestar, sólo escuchar y seguir a sus supuestos dirigentes, mientras esperan las dádivas de los que saben, los que tienen o los que pueden.

El resto de la provincia, habría que mencionar el centro oeste por ejemplo, participa un poco de las características de estas cuatro.


Hay explotación en Santa Fe, aunque no se diga en voz alta, hay feudalismo en muchas regiones, hay clientelismo y no siempre es de origen peronista, y no siempre es practicado por los partidos políticos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

gus no se que decir...salvo que siempre manejas con calma,los post,
y es interesante de leer,con calma!
gracias x todo
lidia-la escriba