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lunes, mayo 09, 2016

Es una joda, che!

Por un tiempo estuve fuera, dejando el tiempo pasar, las heridas cerrar y descansar la vista (literal y metafórico a la vez, el tipo).
Cuando vuelvo a recorrer estos muros (un muro es algo que también separa, insiste con las figuras retóricas el quía) veo que uno de esos "amigos de un amigo" escribe que alguien le pidió dinero prestado, que no volvió a hablar con él y que no se lo devuelve. Un link me lleva a la página del "deudor" y encuentro que ese soy yo mismo.
Mi primera reacción es de sorpresa y algo de bronca.
Mis únicas deudas son con los bancos y, quizás, con algún hospital que quiso cobrarme plus (ya prescribió, estimo). Por cierto, puede que le deba algo a cierto amigo de la adolescencia. Y, como dice mi analista, la sensación de deuda permanente es parte de una personalidad neurótica... o algo así.
Después descubro que se trata de una broma. Uno entra a cierta página, escribe sus datos y redacta un reclamo de deuda o un amor no correspondido (a gusto). Luego, la página etiqueta a todos los amigos del FB y, de manera pesonalizada, muestra el mensaje y el link a la página de cada uno. Es decir que todos los contactos del tipo vemos el mismo mensaje pero que a cada uno le muestra su propia página personal de FB.
No me causó gracia.
Quizás porque no tengo sentido del humor, algo sabido hasta en el Cuadrante Gamma. Quizás porque la broma no es tan graciosa como se supone.
O, más bien, porque la broma no vino de parte de un / una amigo/a real, presente, elegido/a. Vino de esos amigos virtuales, de los que comparten una idea, un trabajo, un espacio acotado, una casualidad.
Vino de un desconocido, de un nombre que alguna vez escribió mi nombre y quiso ser "amigo"; tal vez de puro aburrido, a lo mejor satisfecho de encontrar alguien supuestamente afín. Y a quien yo, sin saber demasiado, guiado posiblemente por una foto en su perfil o un comentario inteligente, acepté como "amigo". Sin que la palabra significara más que "un tipo que pone cosas interesantes" o "un tipo que piensa parecido", en el mejor de los casos.
 
Como uno es viejo, ignora que esto no es excepcional; se llama trolear (de troll, esos personajes malévolos de las leyendas escandinavas) y supone una manera geek, o no tanto, de poner un muñeco en la espalda de alguien con alguna inscripción.
 
Como uno es viejo, se da cuenta de que la broma está en su etapa de decadencia toda vez que un viejo, como mi "amigo", ya es capaz de ponerla. De hecho, estar en FB ya es sinónimo de haber pasado cierta edad...

¿Qué voy  a hacer al respecto?

Probablemente nada. Quizás elimine de mi cuenta al tipo, que tampoco me lo  hizo a mí, sino a todos sus contactos. Es posible que continúe alejado de esos muros virtuales, como hasta ahora. O hasta puede ser que te elija a vos, que me estás leyendo, para hacerte una broma... cuando menos te lo esperes.



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