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viernes, abril 27, 2007

Volviendo

Un poco abandonado el blog.
Algo de resfrío, un poco de ocupaciones, una pizca de cansancio.
Retomo el diálogo, vuelvo.

A veces pienso en lo que cada uno puede hacer con sus habilidades; talentos hubiese dicho en otro tiempo.
Conozco personas que tienen un verdadero virtuosismo en lo que consideran sus hobbies. Roberto, por ejemplo, es increíble su capacidad de respuesta; ante una simple palabra él ya tiene a mano una réplica, entre mordaz e irónica, pero siempre humorística, refrescante, diría. Amén de ello están sus trabajos en madera, artesanales, de buen gusto (excepto a veces en los encargos, pero ya no es culpa de él, ¿verdad?) y cuidadosamente realizados.
Fito, por su parte, toca la guitarra y canta si no con técnica depurada o belleza formal, sí con una fuerza tan especial que trasmite sensaciones poderosas al escucharlo. O Néstor, otro de aquellos que parecen tener el don de los músicos élficos; hacer ver aquello que cantan...
Silvina es genial en repostería, y ahora también en esa artesanía, en modo alguno menor, de la bijouterie, bisutería quiere que digamos la Real Academia...
O Diana con sus dibujos y sus pirograbados.
Y podría seguir.
¿Qué decir del excelente dominio que posee Sabrina del francés?, mayor de lo que ella misma piensa.
¿O de la maestría de Mónica en la animación artística?
Algunos hasta dicen que yo tengo ciertas habilidades en la escritura... y hasta pueden que tengan razón.

Me pregunto, entonces, ¿qué hacemos con estas capacidades "diferentes", con estas cualidades que nos hacen distintos a los demás y que, generalmente, no tienen que ver con lo que elegimos, o fuimos forzados a elegir, como profesión?

Creo que lo más importante es ser concientes de ellas.
Saber que somos buenos en algo y que lo somos, casi siempre, porque ese algo nos gusta, nos produce placer, nos reconforta...
Reconocernos como "geniales" en esto o aquello, salir de la mediocridad, de decirnos "sólo soy un..."
Descubir...nos.

¿Y después?

Después; jugar con ello, dejarnos llevar por nuestra capacidad de escribir, de cocinar, de contar, de cantar, de...tantas cosas.
Después; mostrar eso que hacemos, darlo a conocer, cultivarlo y exhibirlo, sin pudor, sin jactancia, también, pero sobre todo sin vergüenza.
Después; decirnos "soy un buen (o buena) escritor, cocinero, músico, comediante, artesano o albañil" y estar felices por ello.

¿Conocés tus habilidades "secretas"?

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