Este es un texto seudo científico, nada de lo que diga, por lo tanto, debe tomarse al pie de la letra. Simplemente nace de la observación, participante, de mis congéneres hombres, invito cordialmente a los miembros femeninos de la raza a confirmar o refutar las hipótesis aquí vertidas.
Sostenemos que, básicamente, sólo existen dos tipos de varón dentro de la especie humana. Podríamos denominarlos, sin que esto implique ningún tipo de ascendencia, el Neandertal y el Cro-Magnon, ambos surgidos por una combinación de caracteres heredados y adquiridos; siendo estos últimos los predominantes.
Diríamos que lo que ofrecemos aquí son dos tipos ideales en un sentido weberiano.
El Neandertal.
Un Neandertal en Star Trek: el apasionado capitán James Tiberius Kirk...
Caracteres básicos.
El hombre Neandertal es fuertemente tribal, está a gusto en compañía de otros machos de su especie y su morada ideal es la arcaica casa comunal de varones de algunas sociedades antiguas o "primitivas". Actualmente la llamamos; “el club”.
El Neandertal es rígido y esquemático, de tipo geométrico en sus razonamientos lo cual le proporciona una placentera sensación de seguridad.
Es, también, esencialmente conservador y egoísta.
Pierde totalmente el control ante una agresión hacia él, el robo de su propiedad, la derrota de su equipo deportivo, o partido político y, sobre todo, la violencia hacia algún miembro de su familia (excepto si la ejerce él mismo), especialmente hacia su esposa o su hija. La palabra clave en este contexto es, por supuesto, su. Frente a estos hechos no recurrirá a la ley o la justicia, porque sería un signo de debilidad y nada, nada, es más terrible para el Neandertal que mostrarse débil.
El Neandertal y la mujer.
Para el Neandertal la mujer no presenta ningún misterio; es una criatura esencialmente inferior, a la cual hay que guiar, ayudar, corregir y, eventualmente, disciplinar (con azotes o con adjetivos duros según la sociedad donde se desenvuelva). Es capaz de morir por ella, pero no la dejará siquiera decidir donde cenarán esa noche; porque está convencido que todo lo que ella haga será, por definición, incorrecto. Con todo, no hay mejor defensor para una mujer en problemas que un Neandertal, y en esto reside gran parte de la fascinación que ejerce sobre ellas, es un héroe en todo el sentido de la palabra; un verdadero Hércules con todo lo que implica este personaje; es decir un superhombre desmesuradamente fuerte pero tan simple como para ser objeto de los más descarados engaños.
Aficiones de un Neandertal.
El Neandertal es salvajemente aficionado a los deportes, pero siempre desde el punto de vista de la fuerza física antes que de la destreza o, mucho menos, el ingenio. Es incapaz de pensar en términos estratégicos, sólo puede generar tácticas, considera que su mera acumulación garantiza la victoria.
El Neandertal no duda, actúa. Ante el caído no tiene misericordia, porque para él la derrota equivale al deshonor. Después de las armas la afición del Neandertal se dirige a los vehículos de motor, autos y motocicletas sobre todo. Todo Neandertal está convencido, y generalmente es verdad, de saber más de mecánica que nadie.
Prefiere la tecnología a la ciencia y la ingeniería a los problemas teóricos. No perderá el tiempo buscando explicaciones, defiende las soluciones prácticas. Aparentemente hábil en matemáticas en realidad es diestro en algoritmos, realiza complejas operaciones y cálculos apelando a la memoria y el entrenamiento, pero jamás resolverá un teorema por sí mismo.
Ideología neandertal.
El Neandertal ve la Historia como una sucesión de individualidades que operan sobre una, para él, evidente red causal; su axioma es si algo pasó antes, lo que sigue deriva de ello, poco importa si, por cuestiones ideológicas, sustituye a las figuras humanas por factores culturales, sociales o económicos, incluso así los seguirá tratando como entes humanos moviéndose de acuerdo a leyes fijas e inmutables.
Tiende al fascismo por temperamento, y al nazismo por opción, pero si elige una filosofía de izquierda será una de tipo sectaria, stalinismo de preferencia, troskismo en sus variantes más duras y menos elaboradas o un maoísmo de Libro Rojo. Fundamentalista nato, no pierde el tiempo justificando sus creencias, ni tampoco estudiándolas, le basta con defenderlas e imponerlas. Una buena cita es toda la literatura política, filosófica o religiosa que necesita.
Un Neandertal no crea filosofía, pero puede ser su más furibundo defensor.
Neandertales famosos ha habido varios, aunque el tipo puro suele ser raro, mencionaremos en orden cronológico: Ramsés II, Aquiles, Alejandro Magno, San Cirilo de Alejandría, Ricardo Corazón de León, Torquemada, Francisco Pizarro, Engels, Hitler, Churchill, Stalin y Franco entre otros.
El Cro-magnon.
Un Cromagnon en Star Trek, el culto capitán Jean Luc Piccard...El varón de tipo Cro – magnon es libre y anárquico por naturaleza. Cree que todos los demás hombres son esencialmente buenos, la maldad, para él es simplemente ignorancia que debe ayudar a disipar, por lo cual es un maestro nato, seguro del poder de la educación.
El Cro-magnon es rebelde y entusiasta, con una racionalidad de tipo intuitiva, abierta siempre a lo nuevo, a veces sólo por amor al cambio por sí mismo. Lo fundamental para el Cro-magnon es la insurrección.
El Cro-magnon es esencialmente revolucionario y desinteresado, incluso hasta el derroche.
Pese a todo, él prefiere lograr la consumación de sus ideales por medio de la lucha colectiva, la protesta social y el razonamiento pues está convencido del poder absoluto de la inteligencia.
Para el Cro-magnon la mujer es un misterio insondable, en ella habita lo inefable y es incapaz de comprenderla, mucho menos de complacerla. No puede amar a una mujer que no admire y es tan alto el concepto que tiene de ella que cualquier mujer que no se adapte a sus altos estándares de conducta femenina es considerada por él como una traidora a su género y despreciada, no por ser mujer sino al contrario, por ser poco mujer.
No le gusta pelear por la mujer que ama, prefiere que ella lo elija y lograr su afecto por medio de la fascinación de su conversación, su astucia o sus halagos.
Disfruta la compañía femenina, dejarse llevar por ellas y ser acariciado suavemente. Una mujer deberá esperar mucho y ser muy paciente para lograr una relación satisfactoria con alguien que exige (y se exige) tanto.
Le gusta ver, es un enamorado de la belleza.
Aficiones de un Cro - Magnon.
No tiene un sentido de la propiedad, suele ser excesivamente pródigo sin pensar en cosas tales como el porvenir, la seguridad o el ahorro. Puede ser sólo liberal en el sentido primigenio del término.
El Cro-magnon prefiere la bicicleta al automóvil y la motocicleta a la "cuatro por cuatro", si elige un vehículo lo hace por su utilidad, no por su aspecto o su marca, de hecho ignora olímpicamente éstas hasta el punto de parecer un ignorante en este aspecto. El marketing puede muy poco con el Cro-magnon.
Tener un vehículo propio es, para este hombre, una forma de ser libre.
El Cro-magnon odia los uniformes y todo lo que representan, prefiere la ropa informal y suele ser audaz en su uso, más por desprecio de la moda que por alguna intencionalidad manifiesta. Es anti convencional, le gusta, disfruta, provocar.
Prefiere la barba antes que el bigote y el pelo largo antes que corto y al rape. En contraste suele ser muy inepto en los cálculos cotidianos, en las matemáticas financieras y en la contabilidad.
Ama el arte y la creatividad. Admira la Naturaleza en cuanto tal y como expresión del espíritu femenino, eterno y cíclico.
Prefiere la ciencia a la tecnología y los problemas teóricos a la ingeniería.
Ideología Cro – Magnon.
Un Cro-magnon en el poder es de cuidado, difícil de predecir y capaz de realizar profundos cambios, para bien o para mal. El Cro-magnon no entiende el honor como una cuestión de prestigio y de poder, sino como un deber de conciencia.
Puede ser incluso fríamente cruel al enfrentarse al enemigo, sin pasión pero con determinación y paciencia. El Cro-magnon medita todas sus acciones, es incapaz de actuar sin un fundamento detrás y es incapaz de elaborar esas razones sin probar antes su solidez teórica (cualquiera sea la referencia filosófica que adopte).
Un Cro-magnon no puede dejar de crear filosofía, pero puede ser su más terrible enemigo en el nombre de ella misma.
El Cro-magnon suele ser intratable no en razón de su agresividad, sino de la complejidad de su personalidad.
El Cro-magnon suele ser fascinante no por lo que se ve, sino por lo que insinúa su presencia.
Entre los Cro-magnones importantes podemos citar en una lista que es de todo menos exhaustiva: Akhenatón, Ulises, David, Espartaco, Nerón, Pablo de Tarso, Constantino, San Francisco de Asís, Tomás Moro, Robespierre, Marx, Lenin, Allan Watts, Lennon, y el Che Guevara en una extraña mezcla que revela mejor que mil palabras las cambiantes facetas del Cro-magnon.
También me gusta pensar (ah, la vanidad) que yo soy, un poco, Cro-magnon.
2 comentarios:
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