por venir
están los besos
los abrazos esperados en la noche
por venir
las caricias robadas
los refugios consentidos
en el rincón de nuestros cuerpos
por venir está la mañana
cargada de esperanzas
que, puntualmente, no se cumplirán jamás
de la manera esperada
por venir la tarde
con el encuentro y la sorpresa
de saber que una vez más
dos corazones coincidieron
por venir el descanso de la noche
sus juegos secretos
sus suspiros contenidos
y el abrazo final envuelto en el dulce sopor
de la entrega consumada.
por venir está el porvenir
de todo esto que empezamos.
1 comentario:
ojalá que en el devenir no hayamos perdido la posibilidad de un porvenir compartido...a veces no sé como. S.
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