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miércoles, junio 03, 2009

Ex abundantia cordis, os loquitur...


El murmullo secreto.
La palabra artera.
La sonrisa obsequiosa que esconde desprecio.
El jucio apresurado.
Los falsos amigos.
Los que callan y condenan.
Los que sacan a luz resentimientos.
Los que escriben ocultos mensajes.
Los que hieren y sacan a relucir viejos errores, o hasta crímenes.

Ayer supe que se hablaba de mí a mis espaldas. Ingenuo, no creí que esto pudiera suceder. Alejado, supuse que muchos me habían olvidado.

Hubo quien dijo que otro dijo que aquel dijo que yo hice.

Hubo quien me dijo lo que otro dijo que aquel dijo que yo hice.

Hubo quien mintió ahora. Hubo quien mintió antes.

Aquel que dijo estimarme. Aquel que dijo despreciarme.

He cometido muchos errores, demasiados, el que más me pesa es el que sólo unos pocos conocen y que tiene el sabor delicioso del pecado. 

El que otros conocen fue menor, similar al de tantos que fingen un resfrío para aprovechar el fin de semana largo, sólo que más torpe, menos inteligente, más sesgado por el dolor. 

El que muchos comentan, en aquel lugar donde creí encontrar amigos, nunca tuvo lugar, nunca fue y no sé por qué lo mencionan y no sé por qué ella tuvo que contármelo; al fin yo lo ignoraba y seguía creyendo que tenía, todavía, amigos en aquel lugar.

Hablan y hablan mientras fuman. Otras no fuman pero también hablan. Juzgan y pontifican, establecen jerarquías de vicios y virtudes, se jactan de su moral, se ufanan de lo que han logrado. Sin embargo no pueden salir de allí, no se animan a emprender otros rumbos que los ya trillados, reoen su propia miseria. Mientras fuman y hablan, hablan y no fuman.

Resultado:

Tristeza, lo primero.

Decepción, al poco tiempo.

Desconfianza, para siempre.

El viernes tengo un asado en la nueva escuela en la cual trabajo. Iré y compartiré con todos, pero ya nunca más me confiaré a ninguno.

Mis disculpas a los que pasen por aquí, por ser tan autorreferencial y, supongo, críptico. Es lo que sale; Ex abundantia cordis, os loquitur...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hola gus...el mundo anda muy lleno,repleto de hipocritas,y no deberia dolerte como si fuera lo mas grave que haya sucedido en tu historia personal,que conozco muy poco,y en verdad no me importa porque a fuer de ser sincera,me interesa la aplicacion de tus conocimientos en las cosas y tu vuelo personal,con palabras a veces retoricas y con mucho humor
un abrazo ,amigo,camarada,hermano!
lidia

Gus dijo...

Gracias Lidia, cierto inexplicable despecho siempre me resulta doloroso... en especial cuando es gratuito.