Para aquellos que, como yo (o vos Daniel) crecimos viendo al intrépido capitán Kirk llegar "hasta donde jamás ha llegado un ser humano". Para los que, en memorables madrugadas (¿te acordás de tus bailecitos con la música, Belén?) acompañamos al siempre correcto Jean Luc Picard en sus incursiones hasta el corazón del espacio Borg (inútil; si no sos un poco trekker no entendiste nada...) noticias como la que resumo a continuación son siempre auspiciosas...
Es que Zefram Cochrane ya debe haber nacido...
¡Hacia el Cinturón de asteroides!
El cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter es como esos cuartitos ¿quien no tiene uno? repletos de cosas viejas e inservibles (no te sonrías, Sabrina). Formado por centenares de esos pequños planetas, cada uno de ellos tiene mucho para decir.
Ahora podremos escucharles, al menos a dos de ellos, y nos contarán, esperamos, inimaginables historias sobre los orígenes de nuestro barrio: el Sistema Solar.
Entre ellas nos ayudarán a saber cómo esta modesta estrella de tipo G que llamamos Sol generó los nueve (todavía cuento a Plutón entre ellos) mundos que lo rodean. Y, lo más importante, ¿cómo, en ese grupo de planetas, se formó uno cuyas características únicas lo hacen exclente para albergar vida?
Mi amigo Cecilio, Testigo de Jehová, tiene su propia explicación, pero a mí no me resultan muy fiables sus fuentes...
El pasado 27 de septiembre la NASA lanzó una sonda robótica llamada Dawn (Amanecer).
Su misión (ahh Gene Roddenberry): volar hasta dos asteroides gigantes, Ceres y Vesta, y explorarlos de cerca por primera vez.
Dawn ya ha enviado su primera señal, Roger, todo en orden... y está lista para recorrer los 3.ooo.ooo.oo0 de kilómetros de su viaje. La sonda está equipada con un propulsor iónico que constituye el motor espacial más avanzado de la actualidad (aunque se basa en diseños del alemán Oberth ¡de 1929!), usado antes por los soviéticos (ah, aquellos tiempos...) para mantener en órbita sus estaciones espaciales.
Si querés saber más al respecto: http://es.wikipedia.org/wiki/Propulsor_de_iones
Vesta es el primer obejtivo. La diosa romana Vesta estaba asociada al fuego, el asteroide de su nombre parece haber estado derretido en algún momento de su pasado, quizás por efectos de una supernova cercana...
Si fue así, se podría explicar lo que las obsertvaciones telescópicas revelan; la superficie de Vesta tiene marcas de flujos de lava basáltica y presenta grandes "mares" originados en desbordes de magma; ni más ni menos que la propia Luna.El plan de vuelo prevee llegar a Vesta en octubre del 2011, y sí todavía nos falta mucho para la velocidad warp, para tomar una gran cantidad de fotos, como algunas personas que conozco, y catalogar, espectrómetro mediante, los elementos químicos de su superficie. Un mapa, y más importante, un diagrama del campo magnético vestiano, les permitirán a los y las científicos confirmar o refutar la hipótesis del núcleo férrico del asteroide.
Siete meses después, Dawn ensayará una maniobra jamás intentada (como Riker y Janaway) a saber: dejar la órbita de un planetoide, volar hacia otro y entrar en su órbita... todo ello a miles de millones de kilómetros de la Tierra y de manera automática. El punto de llegada será Ceres, ya no un asteroide, sino un planeta enano, y la fecha probable en el año 2015.
Cubierto de hielo, Ceres guarda tenazmente sus secretos. El mayor de ellos se resume en la pregunta que implica esta gélida capa: ¿por qué algunos mundos pueden retener grandes masas de agua y otros, pobrecillos, son desiertos secos y rocosos?
Preguntas, misiones, exploración...
En este mundo desgarrado por conflictos, en medio de esta guerra larvada que una insultante superpotencia ha declarado a la Humanidad, cuando el espacio se puebla de ojos y oíods dispuestos a guiar bombas y misiles, hay algunas personas que elevan sus ojos hacia el cielo, se interrogan sobre el principio de los tiempos y proyectan un futuro cósmico para los seres humanos.
Uno no es tan ingenuo como para pensar que la NASA es un mero instituto de ciencias, uno tampoco ignora los componentes mezquinos de la exploración espacial desde su mismo origen, uno, en fin, no se hace ilusiones con estos anuncios... pero uno también suspende su escepticismo un poco, sólo un poco, e imagina un porvenir de naves (iónicas, fotónicas o de esa mítica propulsión warp) terrestres ya no estadounidenses, rusas o europeas, viajando más allá del cinturón de asteroides, en busca de nuevos mundos, civilizaciones desconocidas y desafíos científicos aún no imaginados.
Y piensa, volviendo a la cordura, que quizás estas exploraciones nos hagan dejar de lado egoísmos y pasiones menores para sentirnos parte de una misma jornada, la jornada humana que comenzó, tres millones de años atrás en Odulvai.
Al fin y al cabo... con un poco de suerte mis hijos podrán ver a la Enterprise perderse en el abismo del espacio, la Frontera Final...
2 comentarios:
Hola : muy interesante blog, volveré luego a leerlo mas detenidamente.
Saludos
Gracias, ínclito soberano de Ítaca, fecundo en ardides... este blog está siempre abierto a los viajeros...
Gustavo
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