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miércoles, junio 25, 2008

¿Cuántas personas escribieron la Biblia? Parte dos



Mi amigo Cecilio, creyente él, me ha escrito respecto de este tema diciendo:

Muy interesantes tus interpretaciones aunque hay también otros razonamientos diferentes… entiendo que quieres exponer tiene que ver con la autenticidad de la Biblia, la cual siempre será molesta e inútil para unos y de información provechosa para otros.

Y termina con esta joya ad hominem: La sabiduría queda probada por sus hechos, y el tiempo dirá como se desenvuelven los acontecimientos y dentro de unos cientos de años podamos comentar quien estaba más acertado…

Como dentro de cientos de años no creo ni espero estar vivo, a menos que en las cuatro o cinco décadas que me restan de existencia haya algún descubrimiento médico revolucionario.

Como tampoco, bromas aparte, considero inútiles a las escrituras sagradas de judíos, samaritanos y cristianos de toda laya.

Y como acuerdo plenamente con la frase (bíblica) citada aunque en un sentido algo diferente....




Continúo con mi cuenta acerca de los autores de la Biblia tal como he prometido a la simpática lectora y al atareado lector. O viceversa.

En el orden tradicional de los libros bíblicos, a Rut le sigue una obra histórica en cuatro volúmenes que lleva diferentes nombres según las versiones.

En la mayor parte de las Biblias, empero, se los conoce como Libro Primero y Segundo de Samuel y Libro Primero y Segundo de los Reyes.

En hebreo se los llama Shmuel Alef, Shmuel Bet, Sefer Melajim Alef y Sefer Melajim Bet.

Forman un relato continuo y bastante coherente que enlaza los tiempos de los jueces, en el siglo XI a. C., con la conquista de Jerusalén a manos de los babilonios en el siglo VI a. C.

El Templo de Jerusalén en una visión idealizada del siglo XIX.

Están muy bien escritos para la época y constituyen sin duda una joya de la historiografía que puede figurar, sin desmedro, al lado de Heródoto o Ctesias y hasta de Tucídides, si me apuran.

Por supuesto los autores no pueden evitar las supersticiones de su época y carecen a menudo de juicio crítico, pero igual son bastante fiables y resultan, en general, agradables de leer.

Al margen: Si escribiera esto acerca de los griegos nadie tendría nada que objetar, pero si lo hago de un autor bíblico enseguida me lanzan el anatema...

Este mérito historiográfico, unido a la suerte de haber caído en medio de un libro santo, ha hecho que se los sobrevalore.

La arqueología y la historia del Cercano Oriente nos han hecho conocer los gruesos errores y anacronismos de los libros de Samuel y de los Reyes.

Se nos cuenta que Samuel, hasta su muerte, y luego los profetas Gad y Natán compilaron los libros que llevan el nombre del irritable vidente.

El profeta Samuel, un tipo difícil...

Un apéndice de la invaluable Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras (Biblia oficial de los Testigos de Jehová) nos dice incluso la fecha; 1077 a.C. para Samuel 1 y 1040 a.C. para el segundo libro.... Por suerte los simpáticos muchachos de la Watch Tower nos aclaran que la fecha es “aproximada”.

Debo, claro, discrepar y lo hago aduciendo pruebas que van más allá de las indicaciones del Talmud o los Santos Padres.

Hay muchas fuentes en los libros de Samuel. Algunas, como el libro de Jasher, están citadas en el mismo texto y otras son recogidas por la versión paralela de los Libros de Crónicas.

Un examen del escrito, además, nos permite reconocer diversas manos redactoras (esto es evidente aun sin dominar el hebreo) y la presencia de numerosas tradiciones.

Los estudiosos han discernido las siguientes “fuentes” para el libro:

  1. La historia antimonárquica inspirada por los círculos proféticos (los profetas bíblicos son profundamente antimonárquicos) y datable en los comienzos del reinado de Roboam o, tal vez, un siglo después.
  2. La historia promonárquica, escrita por funcionarios reales quizás en los tiempos de Josías.
  3. La historia de la conquista de Jerusalén, quizás de origen jebusita y ligada a las leyendas cultuales del Monte Sión.
  4. La historia del Arca que sólo subsiste en forma fragmentaria y escrita en el reino del Israel.
  5. La historia de la corte de David, emparentada con el documento J y que algunos, como ya comenté, vinculan a Betsabé.

A estos cinco, como mínimo, autores, debemos añadir un redactor que compiló los textos en los tiempos del Exilio o un poco después, pero ciertamente antes de Alejandro.

Este redactor era parte del partido monólatra, el mismo de Esdras y Nehemías, y acomodó los escritos sobrevivientes para ilustrar las tesis de este grupo: oposición al sincretismo y defensa de la identidad nacional, si es que se puede expresar en estos términos harto modernos.

En cuanto a los Libros de los Reyes, o de los Reinos, los chicos de la tradición acrítica nos piden que creamos que su autor es Jeremías y que se puso a completar este trabajo en algún momento posterior a la caída de Jerusalén, allá por el año 580 a.C. y bajo las palmeras de Egipto.

Lo cierto es que…

¡Es muy probable que así fuese!






  1. Hay tres fuentes para el material del libro, a saber:
    Los Hechos de Salomón.
  2. Las Crónicas de los Reyes de Judá (no confundir con las Crónicas que están en la misma Biblia)
  3. Las Crónicas de los Reyes de Israel.
Mapa de los Reinos de Israel y de Judá en el siglo VIII antes de Cristo.

Un redactor, inspirado en la tradición de reforma del Deuteronomio, compiló estos registros, fuesen reales o legendarios, los completó con sus propios recuerdos y los editó en forma de libro en una fecha que podemos situar con casi certeza, entre 562 y 560 antes de la era común, dada la mención de Amel Marduk (Evil Merodaj) en el texto.


Dada las similitudes de algunos capítulos con la autobiografía de Jeremías, el autor puede ser identificado, con cierto grado de probabilidad, con el fascinante, atormentado y a ratos intolerante profeta Jeremías, quizás con la ayuda de su secretario Baruc.

Jeremías y Baruc

El texto vino a ser la principal obra polémica del partido monólatra y seguramente inspiró la redacción de los otros textos para conformar una historia de Israel y Judá que reflejase y confirmase su peculiar visión de la realidad política actual del pequeño estado templo de Judea y los demás judíos dispersos en el Imperio Persa.

Tenemos, pues, que la cuenta nos queda como sigue:

Para los tradicionalistas la obra de Samuel_Reyes es fruto de cuatro autores, a saber: Samuel, Gad, Natán y Jeremías que escribieron entre el siglo XI y el VI antes de Cristo.

Hasta ahora son, pues, seis escritores de Moisés a Jeremías.

Para los que buscamos evidencias, creyentes o no, hay algunos más.

Seis para la historia de Samuel y cuatro para la de los Reyes, aunque, siendo justos con Jeremías quizás el mérito de los libros de los Reyes sea de él solo (y también sus inconsistencias…)


Nuestro cálculo, nunca tan preciso como el de los fundamentalistas, eleva pues a dieciocho o doce las manos que escribieron la Biblia entre los siglos VII y IV a.C.


¡Y aún nos restan unos cuantos siglos!

5 comentarios:

Sibila dijo...

Apasionante, como siempre. Espero la continuación. :D

Gus dijo...

Muchísimas gracias :D
Se hace lo que se puede....

Anónimo dijo...

Bueno, los Testigos de Jehová tienen una tasa alta de abandono de su religión, de hecho salió una encuesta hace no mucho tiempo. Por lo demás, aparte de ser doctrinalmente bastante extraños no tienen nada que aportar sobre historia, traducción o exégesis bíblica.
Para más inri son abiertamente anticientíficos y no estimulan a sus miembros a realizar estudios superiores... y me imagino el motivo.

Jackie Bini dijo...

Hola! te felicito por tu excelente y profundo blog (algo muy difícil de encontrar en la blogesfera)... te quería invitar a que te sumes a la Primera red social y profesional de prensa argentina, donde nos juntamos todos.
te esperamos!!!!
http://argenprensa.ning.com/?xgi=dbRuZSv

Gus dijo...

Muchas gracias por tus palabras... me daré una vuelta por allí.