Me escribe un camarada del espacio virtual relacionando a los hicsos con los Pueblos del Mar... tema poco popular si los hay...
Me siento frente al teclado y tipeo, con cierta impaciencia, las primeras palabras.
Le respondo, ampulosamente:
No.
Es que las fechas, pienso, no coinciden.
Es que los hicsos tienen su base en Palestina. Y los Pueblos del Mar en el Mediterráneo Oriental.
Es que no tienen nada que ver.
Entonces me quedo pensando.
Y borro todo lo escrito. Y empiezo una vez más.
Me pregunto nuevamente por estos pueblos, por las menciones de las crónicas, por los hallazgos arqueológicos y por el fenómeno, fascinante por lo esquivo, por lo cerca que está de la leyenda, de La Invasión. Ese hecho traumático que tan fácilmente resumimos en una palabra engañosamente simple.
Los Hicsos; Los Pueblos del Mar...
Y retrocedo a los siglos del mundo helenístico. Al Egipto ocupado por los griegos...
Imaginémoslo por un instante.
Es como la India, la de los relatos de Kipling, por ejemplo, bajo el dominio británico.
Allí en la cúspide, residiendo en Alejandría (que no estaba en Egipto sino "junto a" Egipto), propietarios absentistas; los griegos, más que clase alta, más que aristocracia, una raza (génos) de señores conscientes de su poder militar, de su pujanza económica y, lo más importante, de su superioridad intelectual.
Un poco más abajo los funcionarios de origen egipcio, muchos de ellos sacerdotes, conservando en lo posible sus privilegios pero intentando, día a día, no caer en la situación del resto de sus compatriotas; artesanos y campesinos explotados. Añoran el pasado, como los judíos, pero sin un mesías que esperar, encuentran un vicario consuelo en su pasada grandeza.
Uno de ellos, Manetón de nombre, quiere mostrar a los nuevos amos la gloriosa historia de esa tierra de misterios, magia y profunda antigüedad.
Ya Hecateo y Heródoto habían hablado de Egipto, y el resultado, opinaba Manetón, sacerdote y escriba, había sido decepcionante; él escribiría, en griego, la Verdadera Historia de Egipto y llenaría de maravilla, y de una secreta envidia, a esos eternos jóvenes que eran los griegos.
Entre esas historias estaba la de los hicsos; Los Reyes Pastores y conservamos, por suerte, la cita; pues poco quedó de la obra de Manetón y este pasaje se salvó porque Flavio Josefo, escritor judío del siglo I, lo utilizó en su obra, la cual, a su vez, perduró porque en un pasaje de ella, interpolado o no, hacía referencia a Jesús...
El texto de Manetón, pues, nos dice en la cita de Josefo:
Durante el reinado de Tutimeos, por una causa que ignoro, nos golpeó dios e, inesperadamente, unos hombres de estirpe desconocida, procedentes de oriente, con osadía invadieron nuestro país, al que sometieron mediante la fuerza, sin dificultad ni combate... proclamaron rey a uno de los suyos, cuyo nombre era Salitis...Su raza era denominada hicsos, que significa "reyes pastores" pues hyk en la lengua sagrada significa rey y sos en el lenguaje vulgar es pastor... (Flavio Josefo, Contra Apión 1, 14)
Hoy conocemos que el término alude al compuesto egipcio hq3 h3st.u (Heka Jasut) Gobernantes extranjeros y que seguramente son un eco de los gobernantes de origen a medias egipcio a medias cananeos que formaron la dinastía XVI en un período durante el cual el poder central se había debilitado en Egipto. Sabemos, también, que no eran los conquistadores que se presumía y que su "imperio" no era otra cosa que el testimonio de una continuidad cultural, basada sobre todo en el comercio, entre los pueblos del Levante y el Mediterráneo oriental (con extensiones hasta el lejano Occidente).
Hasta aquí lo que se conoce acerca de los Hicsos
Los Pueblos del Mar toman entidad en una época más reciente que la de los hicsos.
Los egipcios de los tiempos de Merneptah y de Ramsés III asistían, un poco con asombro, un poco con alivio por estar "protegidos", a un fenómeno sin precedentes.
Entre los años 1230 y 1170 (un lapso de apenas una vida humana) las grandes potencias y los medianos estados comerciales de oriente colapsaban; hititas, mitanios, ugaríticos, cananeos, asirios y hasta los reyes micénicos veían desmoronarse su economía, derrumbarse sus palacios y acampar, entre las ruinas de sus ciudades, a una multitud de advenedizos que ignoraban todos los refinamientos del civilizado mundo de la Edad del Bronce; algunos de estos recién venidos usaban el novedoso hierro, y éste le daría nombre a la nueva edad, pero eso era cosa del futuro...
Los egipcios, sus faraones, en realidad, primeros maestros de la propaganda; les dieron un nombre que sintetizaba los terrores de su propio pueblo: n3h3t.w n p3 ym (Nahat wen pa yem o algo a así) Extranjeros del medio del Mar. Nombre bien escogido, pues nada desazonaba más al egipcio que el mar y los extraños...
Como sea, por agotamiento, por la dificultad de invadir el país o por la acción acertada de Ramsés III, lo cierto es que estos invasores, que no eran en modo alguno marinos, sino bandas de pueblos en marcha, acompañados por algunas naves, pero sobre todo de carromatos, no pasaron de algunas incursiones en el Delta y la zona norte del Sinaí. Un grupo de ellos se asentó en las antiguas posesiones egipcias de Gaza y aledaños, "el camino del Mar" nominalmente como vasallos del Faraón, en la práctica como gobernantes independientes; recibieron el nombre de Filisteos (Pelistim en hebreo) el cual, con el transcurso de los siglos, daría el topónimo de Palestina (País de los Pelistim/ Filisteos).
Y esto es cuanto, datos más, datos menos, se puede decir de los Pueblos del Mar.
Hasta aquí los hechos.
Hasta aquí el motivo de mi perentorio no.
Sin embargo mi camarada me dejó pensado, porque la Historia es un problema (detectivesco) y no me gustan las soluciones fáciles o demasiado obvias.
¿Cuánto del recuerdo de los heka jasut había en Manetón y cuánto de la memoria de los Pueblos del Mar?
¿Quienes eran, después de todo, realmente estos Pueblos del Mar en los cuales la lingüística cree reconocer ecos de nombres homéricos como aqueos, dánaos y teucros?
¿Qué relación tenían los shardana, sakelesh y tursha de las inscripciones de Merneptah y Ramsés III con los sardos, los sículos y los tirsenos o etruscos?
¿Por qué algunos nombres hicsos también nos remiten a un contexto egeo, pues podrían derivar de palabras del griego arcaico?
¿Qué hay del fresco de un toro, análogo a los minoicos, hallado en Avaris, la "capital" de los hicsos? (ver http://www.foroswebgratis.com/tema-studioso_del_antiguo_egipto_identifica_a_los_misteriosos_reyes_hicsos-70802-526096.htm)
Es verdad, hicsos y pueblos del mar están separados por más de medio milenio, pero también presentan notables similitudes (y diferencias) de las cuales la investigación recién comienza a dar cuenta.
Y es verdad, también, que en la Historia no se pueden emitir juicios apresurados, pues acerca de lo que fue bien poco es lo que podemos decir con certeza... yo mismo no me acuerdo si anoche saqué la basura...
4 comentarios:
¡Oiga, oiga! ¡orden en la sala! que los asirios resistieron el empuje de los pueblos del mar sin colapsarse... no recordaba si Mittani había caído por los pueblos del mar, en todo caso fuero fagocitados por ¡Asiria!.
Con eso que cuentas de Manetón me acordé de Beroso, también él escribió su historia de Babilonia para dar a conocer su cultura a los nuevos amos.
Cada vez que pienso lo que podría haber escrito y que está perdido se me baja la tensión.
Saludos cordiales
Assur, humildemente acepto la reprimenda... es cierto que los asirios no perecieron bajo el empuje de los "vagabundos del otro lado del mar" que al parecer no son más que un cómodo expediente para explicar el colapso cultural del final de la Era del Bronce...
Los textos egipcios dicen al respecto: "las tierras son eliminadas y desmembradas en la batalla. Ninguna tierra puede permanecer frente a sus armas, Hatti, Kode, Carquemish, Arzawa, Alasiya han sido cortadas". Mittani, ya en decadencia, sufrió el ataque como golpe final a su precaria existencia y Asiria debió replegarse a sus tierras al otro lado del Tigris, desde donde regresaría convertida en un máquina bélica sin precedentes...
Releo lo que escribí en la entrada del blog y me da vergüenza... no puede tener tantos errores!!!"!
Tampoco es para tanto, hombre :o)
excellent points and the details are more specific than elsewhere, thanks.
- Norman
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